El arzobispo Cordileone se ve resando una oración en el parque Golden Gate donde otra estatua de san Junípero fue derribada en junio pasado. (Foto Dennis Callahan/Arquidiócesis de San Francisco).
14 de octubre del 2020
Catholic News Service
SAN FRANCISCO -- El arzobispo de San Francisco planea realizar un exorcismo el 17 de octubre en el sitio donde la estatua de san Junípero Serra fue derribada, en la iglesia de la Misión de San Rafael en San Rafael.
Solo quedan los pies después de que la estatua del santo que estaba en la propiedad de la iglesia fuera vandalizada y profanada el 12 de octubre, lo que el arzobispo Salvatore J. Cordileone describió como una "turba pequeña y violenta", que espera sea procesada por atacar la estatua.
El vandalismo tuvo lugar el 12 de octubre, el Día de la Raza, o Día de los Pueblos Indígenas, como se llama ahora a la festividad en algunas ciudades y estados, incluida California, durante lo que al principio fue una protesta pacífica celebrada en la Iglesia de la Misión de San Rafael, dijo el arzobispo. Luego algunos participantes se volvieron violentos y destruyeron la estatua.
"Una vez más, esta vez en la parroquia de San Rafael, una estatua de san Junípero Serra fue destruida sin pensar y derribada por una turba pequeña y violenta", dijo el arzobispo Cordileone en un comunicado el 13 de octubre. "Este tipo de comportamiento no tiene lugar en ninguna sociedad civilizada".
Dijo que la policía arrestó a cinco "de los perpetradores", pero "lo que suceda después es crucial".
"Si estos son tratados como pequeños delitos contra la propiedad, se pierde el punto: los símbolos de nuestra fe ahora están siendo atacados no solo en la propiedad pública, sino ahora en nuestra propia propiedad e incluso dentro de nuestras iglesias", dijo. "No podemos permitir que un pequeño grupo de infractores de la ley decida qué símbolos sagrados podemos mostrar y usar los católicos u otros creyentes para fomentar nuestra fe. Esto debe terminar".
"No hay duda de que los pueblos indígenas de nuestro continente sufrieron con los europeos que vinieron aquí y sus descendientes, especialmente después de que terminó la era de las misiones y California entró en los Estados Unidos", agregó el arzobispo Cordileone. "Pero quienes atacan el símbolo del padre Serra con el deseo de abordar o reparar este agravio están equivocados".
El padre Serra es conocido por difundir el Evangelio en el Nuevo Mundo durante el siglo XVIII, fue un fraile franciscano que llegó a México desde España y se abrió camino a pie por la costa de México hasta California, donde estableció una cadena de misiones que ahora son los nombres de ciudades conocidas como San Diego, San Francisco y Santa Bárbara.
Fue el primer presidente del sistema de misiones de California y personalmente fundó nueve de las 21 misiones del estado. Se estima que durante su ministerio, san Junípero Serra bautizó a unos 6.000 indígenas.
En el 2015, algunas personas se opusieron a su canonización, como también criticaron su beatificación en 1988, debido a cuestionamientos de como el padre Serra supuestamente trató a los pueblos originarios de California y del impacto de la colonización española en los pueblos originarios de América.
En los últimos años, los activistas también han atacado el legado de Cristóbal Colón, diciendo que no debería ser honrado con un feriado federal o con estatuas; Durante el verano también fueron profanadas varias estatuas de Colón. Varias localidades cambiaron el nombre de la festividad como Día de los Pueblos Indígenas en reconocimiento a las poblaciones indígenas desplazadas después de la llegada de Colón a las Américas en 1492 y la exploración y colonización europea que siguió.
"El padre Serra y sus compañeros franciscanos renunciaron a todas las actividades mundanas para entregar sus vidas al servicio de los pueblos originarios y así los protegieron de los abusos de sus compatriotas españoles", dijo el arzobispo Cordileone.
"Ver al padre Serra como el icono de la opresión de los indios", comentó, "es como hacer lo mismo con Abraham Lincoln y la institución de la esclavitud en los Estados Unidos".
Reconoció que "hay cicatrices profundas y persistentes de esta opresión que necesitan ser curadas, pero vilipendiar a un gran hombre que se sacrificó para proteger los derechos de los oprimidos no es la forma en que logramos esto".
"El reconocimiento de la verdad debe preceder necesariamente a la curación y la reconciliación. Atacar los símbolos de la fe de millones de católicos, tan diversos en etnias como cualquier fe en Estados Unidos, es contraproducente", agregó. "También está simplemente mal".
El verano pasado, una estatua de San Junípero Serra en el Golden Gate Park de la ciudad fue derribada, en respuesta a ese acto el arzobispo Cordileone, acompañado por varias docenas de personas, dirigió el rezo del rosario el 27 de junio y recitó la oración de san Miguel Arcángel pidiendo la protección contra la maldad en el sitio dónde estaba la estatua ahora derribada.
En Sacramento, un grupo de manifestantes derribó una estatua de Serra en los terrenos del Capitolio de California en Capitol Park a fines del 4 de julio.
La profanación de estas estatuas es parte de una ola de ataques a iglesias y estatuas católicas en todo el país en los últimos meses.