Febrero 24, 2019
Diácono Mario Zúniga
Pregunta Antonio, de la Iglesia San Antonio
Segunda Parte
La primera parte del artículo sobre las Indulgencias estaba dedicado a la parte doctrinal. Esta segunda parte está dedicada a la parte práctica de los requisitos o condiciones y obras que se necesitan para ganar una indulgencia.
Algunas personas tratan de presentar las indulgencias como el perdón de una deuda por los pecados cometidos, pero una indulgencia no es el perdón de una deuda, sino el pago de la deuda.
En general, para obtener las indulgencias, se necesita cumplir determinadas condiciones y realizar determinadas obras. El creyente necesita cumplir con las siguientes condiciones:
-Tener la disposición interior de un desapego total del pecado, incluso venial.
-Tener confesión sacramental de sus pecados, que incluye recibir la Sagrada Eucaristía, y orar por las intenciones del Papa. (Esto se puede hacer a través de recitar un padrenuestro y una avemaría).
-Cumplidas las condiciones necesarias, los fieles pueden lucrar la indulgencia plenaria, realizando unas obras.
-Cada vez que visite en peregrinación a una basílica papal, una catacumba cristiana, una iglesia catedral, un lugar sagrado designado por el ordinario para obtener indulgencias y allí participen en alguna celebración sagrada o, al menos, se detengan en tiempo de recogimiento, en piadosas meditaciones, concluyendo con el rezo del padrenuestro, la profesión de fe, invocaciones a la Santísima Virgen María y según el caso, a los santos apóstoles o patronos.
-Cada vez que, en los días determinados por el ordinario, participen en cualquier lugar sagrado, en una solemne celebración eucarística o en la liturgia de las horas, añadiendo la profesión de fe.
-Un día libremente elegido para la piadosa visita del baptisterio u otro lugar donde recibieron el sacramento del Bautismo, y allí renuevan las promesas bautismales.
Para obtener las Indulgencias, tanto plenarias como parciales, es preciso que, al menos antes de cumplir las últimas exigencias de la obra indulgenciada, el fiel se halle en estado de gracia, esto es que el fiel no esté en pecado mortal.
Diácono Mario Zúniga es diácono de Misión Dolores.