Fieles hispanos llevan el Santísimo Sacramento por la calle Van Ness, San Francisco, durante la procesión del Día de la Hispanidad, el 14 de septiembre.
25 de septiembre 2019
Lorena Rojas
La comunidad hispana católica del Área de la Bahía de San Francisco, celebró el Día de la Hispanidad el pasado 14 de septiembre con una procesión con el Santísimo liderada por los jóvenes, una misa presidida por el arzobispo Cordileone, conferencias sobre la importancia de los jóvenes en la Iglesia y detalles del V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana.
Durante la Misa del Día de la Hispanidad el arzobispo predicó sobre el significado de la cruz de Cristo que es el sufrimiento, y sobre la importancia de ayudarse unos a otros a llevar la cruz de cada uno.
Este mensaje llenó de consuelo a muchos de los fieles hispanos que participaron en la misa. El acompañamiento de la iglesia ha sido siempre importante para amortiguar el sufrimiento de los migrantes hispanos.
Durante la homilía de la Misa de la Hispanidad, el arzobispo Salvatore J. Cordileone, haciendo referencia a la festividad de la Exaltación de la Cruz que coincidió con la fiesta de la hispanidad y al sufrimiento que viven muchos de los migrantes en estos momentos, dijo que “la cruz significa lo que sufrimos por Cristo”.
El arzobispo ilustró el mensaje de la cruz con el sufrimiento que vivieron los israelitas en el desierto, “un lugar peligroso, no hay agua, no hay comida, el calor es muy fuerte”, entre otros peligros que llenaban de pánico a los israelitas caminando en una tierra desconocida para ellos.
En esta homilía, el arzobispo habló también sobre la falta de fe de los israelitas que los llevó a querer regresar a Egipto. “No les importa ser esclavos mientras tengan la seguridad de comida, antes que disfrutar de la libertad de los hijos de Dios”, dijo.
Por la falta de confianza, Dios puso a prueba al pueblo de Israel mandándole una serpiente venenosa y quienes eran mordidos por ella, para sanarse tenían que mirar a la serpiente, dijo el arzobispo.
“Esto significa que, para nosotros sufrir con Cristo es algo que tenemos que aceptar, abrazar, acoger y recibir como un don de Dios. Es un honor sufrir por Cristo”, dijo el arzobispo de San Francisco.
El invitó a los fieles a ayudarse a llevar la cruz. “Nadie alcanza a llevar la cruz solo… es compartiendo este camino juntos, ayudándonos unos a otros a cargar nuestras cruces. Es así que el camino se hace más ligero y podemos caminar con Cristo”, predicó el arzobispo Cordileone.
Este mensaje del sufrimiento y el caminar juntos tocó directamente a Milagro Ramírez-Zavaleta, una migrante salvadoreña, parroquiana de la iglesia San Rafael Arcángel, en San Rafael.
Ella participó en la Misa de la Hispanidad, en momentos de gran sufrimiento por la muerte de su hermano y de otro familiar cercano, ambos murieron la semana antes de este evento.
A Milagro, el mensaje del arzobispo le dio un gran consuelo para poder llevar la cruz en este momento tan difícil de su vida.
También Cecilia-Arias, quien fuera coordinadora del Ministerio Hispano de la arquidiócesis de San Francisco, relacionó el mensaje del arzobispo, con su experiencia como migrante.
“Mi fe, desde que llegué como inmigrante a este país (de Colombia) ha sido sostenida por la comunidad latina. Por el liderazgo que hay en nuestra comunidad es que tomamos la cruz de Cristo y caminamos juntos”, dijo Arias-Rivas.
Cada año la Pastoral Hispana Arquidiocesana aprovecha este evento para unirse “junto a la Iglesia universal, a la Arquidiócesis de San Francisco con nuestro arzobispo en el Día de la Hispanidad”, concluyó el padre Moisés Agudo vicario para los hispanos de la arquidiócesis.