20 de mayo del 2020
Lorena Rojas
La crisis de desempleo que se disparó con la orden de quedarse en casa para los trabajadores no esenciales se ha prolongado más de lo que se esperaba. Los inmigrantes Jorge e Isabel Guzmán y Mario Cubulé del condado de San Mateo que perdieron sus trabajos desde mediados de marzo continúan viviendo de la asistencia humanitaria y contando los días en que puedan volver a sus antiguos trabajos o encontrar uno nuevo.
Jorge Guzmán y su esposa Isabel quedaron desempleados desde el 19 de marzo pasado, la finca de flores donde trabajaban en Pescadero cerró debido al cierre de las floristerías en San Francisco que les compraban las flores. Ellos han estado en cuarentena y sin ingresos desde entonces.
Desde que cerró el vivero, hace casi dos meses, los Guzmán no han encontrado otro trabajo porque las fincas de verduras en los alrededores están contratando primero a la gente joven, sobre todo a los que tienen hijos pequeños que mantener, dijo Jorge Guzmán.
Él y su esposa continúan recibiendo comida de San Vicente de Paúl. Para el pago de la renta de su apartamento, que les alquila el dueño de la finca, su patrón les ha dicho que cuando vuelvan a trabajar vayan pagando poco a poco.
Los Guzmán tienen otros gastos de seguros y de servicios públicos para los cuáles han recibido ayuda de uno de sus hijos y también han pedido dinero prestado para hacerle frente a estos pagos.
A principio de mayo, el dueño de la finca donde trabajan los Guzmán ya comenzaba a vislumbrar la posibilidad de reabrir las operaciones. “He estado hablando con el patrón, me dijo que en cuando le digan que puede abrir va a comenzar poco a poco, quizá unas cinco horas cada tercer días”, dijo Jorge Guzmán.
Las floristerías es uno de los negocios que podrá volver a abrir a partir del 18 de mayo según se indicó en un comunicado de la oficina de la alcaldesa de San Francisco London N. Breed y durante una conferencia de prensa se promovió la compra de flores para regalos del Día de la Madre. Sin embargo, la finca donde trabajaban los Guzmán no está recibiendo pedidos de sus clientes todavía.
Además, el proceso de operación para satisfacer de nuevo la demanda del mercado de las flores podría llevarles algún tiempo para estar listos ya que las plantaciones que estaban produciendo flores para el verano se han cubierto de maleza y hasta que los trabajadores vuelvan al campo sabrán si pueden recuperar las flores para venderlas cuando lleguen los pedidos de los compradores, dijo Guzmán.
“El jefe está diciendo que tal vez cambia la producción de flores por plantaciones de verduras porque las fincas de vegetales no han parado de vender”, dijo.
Guzmán quien también es catequista en la iglesia de la Misión San Antonio, dijo que la finca puede comenzar a trabajar con seguridad, porque los trabajadores en el campo, y los empacadores pueden guardar el distanciamiento social y usar el equipo de protección requerido, pero todo depende de que les compren las flores.
Mario Cubulé, un jornalero inmigrante de Guatemala que vive en San Mateo también está deseando volver a trabajar porque hasta a ahora ha sobrevivido la cuarentena con su hija de 12 años gracias a la asistencia alimentaria que ha recibido desde que perdió los trabajos que tenía.
A pesar de la cuarentena ha salido unos pocos días a “esquinear” (pararse en la esquina de la calle para ver si lo contrata para trabajos temporales) pero no le ha salido ningún trabajo nuevo. Solo ha logrado trabajar unas pocas horas dándole mantenimiento al jardín de un cliente que ya tenía desde antes, con ese trabajo se gana unos 80 dólares de vez en cuando, para cubrir algún gasto de emergencia.
Para la comida, él su hija continúa recogiendo el almuerzo en el comedor San Antonio de Padua en la iglesia con el mismo nombre en Menlo Park y la cena la recibe en la escuela Hoover en Redwood City donde dan comida todos los días para llevar entre las 5 y las 6 de la tarde, dijo Cubulé.
Su preocupación sigue siendo el pago de la renta. Se enteró que una empresa en Redwood City que está ayudando con recursos para pago de la renta y llenó una aplicación por teléfono, pero dos semanas después no le han respondido nada, dijo.
Escuchó sobre la ayuda estatal que mencionó el gobernado de California Gavin Newsom para personas indocumentadas, pero no tiene idea cómo, dónde ni cuándo se puede aplicar para ese beneficio, dijo.
Aunque Mario Cubulé no tiene dinero en este momento para él y su hija, ni para enviarle a su esposa y a sus hijos que quedaron en Guatemala de dónde emigró hace alrededor de un año, él sigue agradeciendo a Dios porque todos están saludables, dijo.