La familia Noguera Berrios posa en la iglesia San Pedro en San Francisco el 22 de mayo. Más de dos años de haber ingresado al país aún esperan por una respuesta a su solicitud de asilo. (Foto Lorena Rojas/San Francisco Católico).
6 de junio de 2021
Lorena Rojas
San Francisco Católico
Dejando toda una vida a la deriva, en la oscuridad de la noche, y sin despedirse de sus seres queridos salieron del aeropuerto de Managua en un vuelo que llegó a San Francisco el 24 de enero de 2019, los esposos Augusto César Noguera, Damaris Berrios y el hijo de los dos Augusto José Noguera Berrios —entonces de 11 años—huyeron de Nicaragua por la persecución religiosa y política que había puesto sus vidas en la ruta de los muertos, que ya eran muchos en el país debido a los conflictos políticos.
Los Noguera Berrios tenían unos 15 años de trabajar como profesores en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, (UNAN) con un estado económico y social estable. Llevaban una vida productiva en la Iglesia Católica donde servían como coordinadores voluntarios del ministerio religioso Cristo Entre Nosotros, del Centro Espiritual Luis Amigó donde dirigían a unas 200 familias. Además Noguera era ministro extraordinario de la comunión y su hijo Augusto José servía como monaguillo.
Todas las mañanas antes de comenzar sus trabajos en la universidad, Augusto César y Damaris iban a la misa en la iglesia Jesús de la Divina Misericordia ubicada a una cuadra del campo universitario.
Eran bien conocidos en el entorno laboral y social como católicos comprometidos en la Iglesia y con la comunidad, pero sobre todo comprometidos con la justicia, la paz y el respeto a la vida humana, valores que enseña la Iglesia Católica, afirma Berrios, pero esto puso sus vidas en riesgo.
El 18 de abril de 2018 la violencia estalló en Nicaragua por las protestas de los estudiantes y la respuesta armada de la policía.
Los jóvenes universitarios manifestaron el enojo del pueblo debido al anuncio del gobierno de aumentar los aportes al Seguro Social, y el pueblo consideraba esto otra carga sobre sus salarios que afectaría sobre todo a los más vulnerables.
En protesta contra esta medida del presidente Daniel Ortega, los jóvenes estudiantes de la UNAN donde trabajan los Noguera Berrios tomaron la universidad el 7 de mayo, las clases se suspendieron y el clima político comenzó a subir los niveles de stress a nivel nacional. Estudiantes de otras universidades también protestaban al mismo tiempo en diferentes partes del país.
El 13 de julio de 2018 grupos armados paramilitares sacaron a los protestantes de la universidad en un enfrentamiento que dejó muertos y heridos.
El párroco de la iglesia Jesús de la Divina Misericordia —la misma donde iban a misa todas las mañanas los Noguera Berrios— rescató en medio de la balacera a unos 100 estudiantes y los refugió en el templo, narró Noguera.
La iglesia con los estudiantes y clero adentro fue atacada a balazos los días 13 y 14 de julio por las fuerzas paramilitares. La agencia de noticias BBC reportó que los estudiantes respondían desde adentro con armas hechas a mano como piedras y otros objetos. Dos estudiantes murieron por impacto de balas adentro de la iglesia.