Daniela Álvarez Santizo, izquierda y su prima Yuly Santizo sostienen velas en el patio de su casa en San Rafael, el Sábado Santo durante un rito familiar de bendición de la luz.
(Fotos de Cortesía).
16 de abril 2020
Lorena Rojas
Los esposos Juan Álvarez y Rina Santizo y sus tres hijos celebraron la Vigilia Pascual en su casa en San Rafael. Durante este tiempo de cuarentena esta madre vio la oportunidad que tuvieron los jóvenes para valorar la importancia de la tradición de la fe católica, como se lo han expresado ellos.
La familia siguió la tradición del rito de la bendición de la luz en su propia casa en San Rafael. Encendieron una fogata en el patio, en la cual iluminaron un cirio y compartieron la luz entre ellos.
Al día siguiente, Domingo de Resurrección celebraron la misa transmitida en directo y prepararon juntos un almuerzo para celebrar la Pascua.
Al referirse a la cuarentena por el coronavirus, Santizo dijo que “No se ha perdido el tiempo… en estos días de Pascua ha habido más unión y más conciencia en los jóvenes”. Y expresa una enorme gratitud por los momentos inolvidables que ha podido compartir con sus hijos en este tiempo y ver como los valores que habían sembrado en ellos están dando fruto, dijo.
Los muchachos han pasado la cuarentena asistiendo a clases en línea, pero también han tomado tiempo para ayudar a rezar el rosario que coordina Santizo cada noche por Facebook, al cual se le unen hasta seiscientos seguidores algunos días.
Al igual que los jóvenes de la familia Álvarez Santizo, Maryalexis Gutiérrez, una estudiante del 2º año de la carrera de Desarrollo Temprano en la Infancia (Early Childhood Develompment) en la Universidad Estatal de Sonoma ha descubierto nuevos valores durante esta cuarentena como otras vías de relacionarse con Dios.
Gutiérrez quien además trabaja para la Diócesis de Santa Rosa en el departamento del Ministerio de Jóvenes y Jóvenes Adultos y participó muy activa en el proceso del V Encuentro en la Diócesis de Oakland, dice que “ha sido difícil estar tanto tiempo en casa porque me gusta mucho salir. Siempre estoy afuera. Pero este cambio de pasar más tiempo adentro de la casa me ha ayudado a saber que eso también es bueno”.
“He mejorado mi relación espiritual de otras maneras, ahora que no estoy yendo a la iglesia a recibir la comunión, estoy orando más. Estoy escribiendo cartas a Dios. Antes le escribía de vez en cuando, ahora en cuarentena lo hago diario”, narró Gutiérrez.
“En las cartas le escribo a Dios como me siento, algunos días le hago preguntas, por la noche le cuento sobre lo que he vivido en el día con respecto a la pandemia. Definitivamente me ha ayudado mucho a expresarme en la comunicación con Dios, y me gustaría seguir haciéndolo cuando todo vuelva a lo normal”, dijo.
La noche del Sábado Santo, Maryalexis Gutiérrez, izquierda, celebró la Vigilia Pascual con sus papás Yorleny Vargas y Mark Foreman y su hermana Vanessa Vargas. Dijo “tuvimos una noche de oración juntos, nos pasamos la vela con la luz y leímos la Biblia. Se pudo mantener la fe en la familia”, compartió.