Una joven de la pastoral juvenil de San Pablo del Naufragio se ve en una actividad durante un retiro de integración, el 23 de marzo en la Iglesia Epifanía. (Foto Lorena Rojas/San Francisco Católico)
14 de abril de 2019 Araceli Martírenz
Conforme se acerca el Viernes Santo, Christopher Vanegas se pone un poco nervioso, pero al mismo tiempo se siente muy orgulloso de ser el rostro de la Pasión de Cristo en la parroquia de San Pablo del Naufragio en San Francisco.
“Personificar a Jesús es una oportunidad muy buena de tener un impacto y conectar a la gente con Dios no solo a través de la homilía”, dice Christopher, un estudiante de comunicación de la Universidad Estatal de California en San Francisco de 21 años de edad.
Además quiere ser un ejemplo para los más chicos. “Quiero animar a otros jóvenes a participar”, dice. Y comenta que nunca pensó que un día, podría tener el papel protagonista durante la recreación de la Pasión y Muerte de Cristo.
“Ya había participado antes, pero haciendo otros personajes como Barrabás, pero este año traía el pelo largo y quedó perfecto para que yo interpretara a Jesús”, platica.
Varios meses les tomó a 22 jóvenes del grupo Los Frisco Wrecks con Dios de la parroquia San Pablo del Naufragio, prepararse para representar la Pasión de Cristo, el Viernes Santo que este año cae el 16 de abril.
“Vamos a presentar la escenificación en el estacionamiento de la Iglesia. Estimamos que se llevará unos 40 minutos”, dice el diácono Sergio Gómez quien ha sido el principal impulsor de que los jóvenes participen en la escenificación teatral de los pasajes del Viacrucis.
“Sé que esto va a motivar muchísimo a los jóvenes y esperamos que sea motivación para otros”, sostiene.
En su mayoría, los participantes son jóvenes estudiantes de la escuela intermedia y secundaria, miembros del grupo Los Frisco Wreck con Dios. “Frisco es una palabra corta usada para decir Francisco que se ha usado por muchos años… El grupo de jóvenes comenzó cuando estaban los frailes Franciscanos. El padre franciscano Paul apoyó y aprobó el nombre”, recuerda el diácono.
“El grupo comenzó en 2008. La primera representación de la Pasión de Cristo la hicieron en el 2009. No paramos hasta hace dos años. Pero este año lo retomamos con el propósito de motivar a los jóvenes a predicar el Evangelio con acciones y que se acerquen más a Dios”, explica.
El diácono platica que le emociona ver a los muchachos ensayar para la dramatización. “Muchos no hablan bien español y están haciendo un verdadero esfuerzo. La historia de Jesús les llama la atención y les llega”, comenta.
“Están muy animados con invitar a sus amigos, familiares y parientes a venir a ver la representación. Eso es muy bueno porque necesitamos líderes jóvenes. El futuro de la Iglesia está en ellos”, dice.
Para participar, los muchachos no tienen que gastar nada, más que ponerle muchas ganas porque la vestimenta para la escenificación, se ha comprado con donaciones.
Griselda, la esposa del diácono Gómez ha sido un gran apoyo para el diácono en la organización de la representación.
Pero también Jizabel Navarrete y su prometido Francisco, los coordinadores del evento religioso han trabajado duro para el éxito de la escenificación.
“Durante más de dos meses se han preparado, estudiando sus líneas y ensayando. Hablamos también con sus padres para pedirles su apoyo”, dice Jizabel.
Primero, explica se les da la elección de elegir el personaje que quisieran interpretar: Jesús, Pilatos, Centurión, el soldado principal, Judas, Caifás, María Magdalena, Verónica y otros. Francisco, el prometido de Jizabel interpretará a Barrabás.
Los participantes tienen entre 13 y 21 años, dice. Al inicio de los ensayos, se les mostró la película de la Pasión de Cristo para que vieran cómo actúan los personajes.
Jizabel está feliz de ver la fe y dedicación de los muchachos. “Cuando fui adolescente, participé en la escenificación en la parroquia de San Pedro”, platica.
Le encanta ver cómo los estudiantes quieren saber más de Jesús, de Dios y la fe católica.
“Participar en las diferentes escenas de la vida de Cristo, les da la oportunidad de sentir los últimos momentos que vivió Jesús. La comunidad no solo ve el trabajo de los adolescentes sino que también vive con esta representación lo que Jesús pasó para hacernos las personas que hoy somos”, observa.
Y anticipa que el Viernes Santo va a ser un día bonito en términos de la conexión que los jóvenes y la comunidad de la parroquia de San Pablo del Naufragio van a vivir con la representación de la Pasión de Cristo.
Los muchachos estuvieron ensayando cada viernes, pero conforme el Viernes Santo se acercaba, aumentaron las horas de ensayo.
Los hermanos Gabriel Díaz de 17 años y Maverick de 15 años, estudiantes de secundaria están más que listos para salir a escena, y escenificar uno de los actos más importantes de Semana Santa. Maverick la hará de Judas y Gabriel de Cirineo, la persona que ayuda a Jesús a cargar con la cruz hasta el Gólgota, donde sería crucificado.
“Se siente muy bien porque puedo aprender un poco más”, dice Gabriel.
Gisela Tórres su madre, revela sentirse contenta y sorprendida porque no esperaba que sus hijos fueran a participar.
“Es bonito porque nunca lo habían hecho. Fue una gran sorpresa cuando me enteré que iban a participar. ¿Mis hijos van a participar?”, preguntó dudosa, justo porque este es el primer año que van al grupo de jóvenes de la parroquia.
Una sorpresa mayor se llevó porque no solo sus hijos participan en la escenificación de la Pasión y Muerte de Cristo sino dos de sus sobrinos.
“Por mucho tiempo nos apartamos de la Iglesia y el que participen es una experiencia nueva para ellos como jóvenes; y muy bonita porque es algo que nadie se las va a poder quitar. Además es un reto, ya que casi no hablan español”, dice la madre de los hermanos Díaz.
Jóvenes de San Pablo del Naufragio, dramatizan la Pasión de Jesucristo. (FOTO DE CORTESÍA)