El gobernador de California, Gavin Newsom se ve en esta foto en Los Ángeles el 6 de noviembre de 2018. El declaró una moratoria sobre el uso de la pena de muerte en el estado el 13 de marzo de 2019. Foto del CNS/Mike Blake, Reuters
24 de marzo del 2019
Catholic News Service
SACRAMENTO, California – Los obispos católicos de California dieron la bienvenida a la decisión del 13 de marzo del gobernador demócrata Gavin Newsom.
“Apreciamos este reconocimiento de que el Estado tiene los medios adecuados para defender la dignidad humana y la seguridad pública sin recurrir a la pena capital”, dijo el arzobispo Salvatore J. Cordileone de San Francisco en una declaración en nombre de los obispos del estado.
La prisión estatal San Quentin de California se encuentra en su archidiócesis. La instalación es la penitenciaría más antigua de California y alberga el único corredor de la muerte para hombres en el Estado y actualmente tiene 737 reclusos condenados a muerte.
“Le pedimos al gobernador que inste a los legisladores a encontrar una solución legislativa permanente que ponga fin a la práctica de la pena capital en nuestro estado para siempre”, dijo el Arzobispo.
Debido a que la declaración de Newsom es un indulto temporal para los reclusos del corredor de la muerte, el arzobispo Cordileone dijo que él y sus colegas obispos católicos lo alientan “a usar bien el tiempo de la moratoria para promover el diálogo civil sobre alternativas a la pena de muerte, incluso dar más atención a las víctimas de la violencia y sus familias”.
“La pena capital no es una cura para el sufrimiento y las turbulencias causadas por delitos violentos. La curación reparadora de las víctimas y sus familias en la medida de lo posible es una parte esencial de la justicia”, dijo el prelado.
El arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez, en otra declaración aparte dijo que era “un buen día para California y un buen día para nuestro país” debido a la decisión de Newson.
“Desde hace muchos años, mis hermanos, los obispos católicos y yo hemos estado pidiendo que se ponga fin a la pena de muerte, no solo en California sino en todo Estados Unidos”, dijo. “Hay razones importantes de política pública para poner fin a la pena de muerte”.
La pena capital “no disuade a los delitos violentos y no aporta justicia o sanidad a las víctimas de delitos violentos”, dijo el arzobispo Gómez. “Y, lamentablemente, la ejecución judicial siempre ha sido un castigo impuesto con mayor frecuencia a los afroamericanos, hispanos y pobres de nuestra sociedad. Pero las razones más importantes para poner fin a la pena de muerte son morales”.
Dijo que “toda vida humana es preciosa y sagrada a los ojos de Dios y cada persona tiene una dignidad que proviene de Dios. Esto es cierto para los inocentes y es cierto para los culpables. Es cierto incluso para aquellos que cometen un grave error” y son condenados por los crímenes más crueles y violentos”.
La pena de muerte “viola la dignidad de la persona condenada y priva a esa persona de la posibilidad de cambiar su corazón y ser rehabilitada a través de la misericordia de Dios”, explicó. También señaló los avances en la aplicación de la ley y la justicia penal que mantienen a la sociedad a salvo, por lo que la ejecución de las personas no es necesaria en ese sentido.
Pero poner fin a la pena de muerte es solo un primer paso, dijo, y llamó a abordar las desigualdades en el sistema de justicia penal, a mejorar las condiciones penitenciarias en nuestras cárceles, a ofrecer alternativas al encarcelamiento “por delitos no violentos” y buscar nuevas formas de rehabilitar a los delincuentes.
“Hoy en día, también es importante recordar a las víctimas de delitos violentos y a sus seres queridos”, dijo el arzobispo Gómez. “Los confiamos al Padre de las misericordias y nos comprometemos a ayudarlos a encontrar sanidad y paz.
“También debemos dar gracias por el sacrificio y el compromiso de la policía y los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que ponen sus vidas en peligro todos los días para mantener a nuestras comunidades seguras”.
Nueve obispos de California, y líderes nacionales y estatales de Justicia Restaurativa posan en la segunda entrada de la Prisión San Quentin, en el 2013. (FOTO CORTESÍA DE SAN QUENTIN/ VÍA JULIO ESCOBAR, JUSTICIA RESTAURATIVA )