Como personas de fe, debemos ser siempre conscientes de la importancia de actuar de manera socialmente responsable, para dar buen ejemplo a los demás y ser testigos de la especial preocupación que estamos llamados a tener para actuar con caridad hacia todos. A medida que comenzamos a abrir las Misas públicas aquí en la Arquidiócesis de San Francisco, debemos entonces necesariamente comenzar por permitir sólo un número limitado de asistentes en cada Misa (ver los enlaces para cada condado) para asegurar el cumplimiento de las directrices de distanciamiento social y otros protocolos de seguridad, y así continuar cooperando con los esfuerzos de nuestros funcionarios públicos para detener la propagación del coronavirus. Las siguientes directrices ayudarán a asegurar que actuamos de una manera socialmente responsable, mientras que nos permiten llevar a cabo nuestro supremo llamado y deber de dar culto a Dios en el Santo Sacrificio de la Misa. Si todos seguimos haciendo nuestra parte en este esfuerzo, podremos dar más pasos, gradualmente, para volver a la vida parroquial ordinaria. La Arquidiócesis continuará emitiendo directivas para guiar los eventos de las parroquias, reuniones de grupos y otras actividades similares a medida que avancemos, paso a paso, hacia esta meta.
PRINCIPIOS GENERALES
1. Todos los fieles de la Arquidiócesis de San Francisco están dispensados de la obligación de asistir a la Misa dominical. Aunque los fieles están dispensados de su obligación de asistir a la Misa, deben observar el Día del Señor y se les anima a pasar un tiempo de oración el domingo (como, por ejemplo, siguiendo una Misa transmitida en vivo o participando en un acto de misericordia espiritual o corporal). Esto también se aplica a los días de precepto.
2. Los que tienen un mayor riesgo de contraer COVID-19 (por ejemplo, los mayores o los que tienen problemas de salud subyacentes) deben seguir quedándose en casa. Del mismo modo, no debe venir a la iglesia para una visita o para cualquier ceremonia nadie con tos de ningún tipo, ni nadie que se sienta enfermo. Si las circunstancias lo permiten, puede ser posible la visita de un sacerdote, diácono o ministro extraordinario de la Sagrada Comunión para llevarles la Eucaristía.
3. Un sacerdote con una infección respiratoria de cualquier tipo debe evitar la celebración de Misas públicas o la administración de los sacramentos. Lo mismo vale para los demás ministros que pueden servir en una Misa (diácono, servidores, lectores) así como para los sacristanes, ujieres, etc.
4. Las parroquias deben continuar transmitiendo Misas en vivo si es posible o dirigir a los feligreses al sitio web de la Arquidiócesis para obtener una lista de enlaces de las transmisiones en vivo. También se puede utilizar un sistema de llamadas en conferencia para acomodar a los feligreses que no tienen servicio de Internet.
5. Las parroquias no deben celebrar eventos antes o después de las Misas hasta que la Arquidiócesis lo ordene.
6. Cada parroquia debe proporcionar medios de comunicación claros a sus feligreses (por ejemplo, boletín, sitio web, medios sociales, Flocknote y anuncios generales).
7. Los ujieres son críticos para que funcione el distanciamiento social. Los feligreses deben seguir todas las indicaciones de los ujieres antes y durante la Misa. Los ujieres deben mostrar a los feligreses su banco.
8. A medida que se actualizan las directrices del Departamento de Salud Pública de California y las directrices del departamento de salud del condado local de las parroquias, se pide a los párrocos o administradores que introduzcan las enmiendas correspondientes en los procedimientos.
DISPOSICIÓN Y PROCEDIMIENTOS PARA EL ESPACIO DE CULTO
1. Por caridad hacia todos y en consideración a la salud y seguridad pública, los asistentes a la Misa deben llevar una máscara que cubra la nariz y la boca. A todos los fieles que puedan hacerlo se les pide que traigan su propio desinfectante de manos y su máscara. Las iglesias proporcionarán un suministro limitado de máscaras y desinfectante para las manos como les sea posible.
2. Los bancos y otras áreas de alto contacto, como los pomos de las puertas, deben ser desinfectados después de cada Misa. Cada parroquia debe identificar un núcleo voluntario establecido para ayudar en la higienización de la iglesia después de cada Misa. Ver el enlace para las directrices para la limpieza de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. https://www.cdc.gov/coronavirus/2019- ncov/community/reopen-guidance.html
3. Deben colocarse carteles en las entradas de la iglesia alertando a la gente sobre los protocolos de seguridad que deben observarse.
4. Los ministros litúrgicos no llevan máscaras mientras desempeñan su función en la Misa.
5. La regla de la distancia de seis pies debe ser aplicada estrictamente. Cada iglesia debe preparar bancos distanciados de acuerdo con las directrices de distanciamiento social.
· Acordonar los bancos para asegurar un mínimo de seis pies entre los bancos en los que se sentará la gente. Se debe usar cinta o cuerda de colores brillantes y discernibles.
· Los ujieres deben servir como monitores.
· Poner cinta en el suelo para asegurar la distancia en la fila de la Comunión.
· Los miembros de la misma familia no necesitan practicar el distanciamiento físico entre sí y por lo tanto pueden sentarse juntos en la misma fila.
6. Programación de las Misas: todas las Misas celebradas dentro de la iglesia deben ser cortas, no más de 45 minutos de duración. Las Misas también pueden celebrarse en un lugar alternativo, como un salón parroquial, en cuyo caso las horas de las Misas deben escalonarse para evitar la aglomeración en el exterior cuando la gente llega y se va (por ejemplo, en la iglesia, las Misas son cada hora en la hora, y en el salón, cada hora en el primer cuarto de hora). Los sitios alternativos deben cumplir con las mismas directrices. La programación de los horarios de las Misas se dejará a la discreción del párroco. En previsión de que la gente llegare para una Misa mientras los de la Misa anterior todavía están saliendo de la iglesia, deben utilizarse puntos de entrada y salida designados por separado para evitar la aglomeración.
7. La música proporcionada en las celebraciones debe limitarse al tiempo necesario para cubrir una acción litúrgica (por ejemplo, el canto de entrada hasta el momento en que los ministros llegan a sus lugares en el santuario, durante la preparación del altar sólo durante el tiempo en que el altar está siendo preparado y no más allá, etc.).
8. Dado el reducido número de personas que asisten a la Misa debido a las directrices de distanciamiento social, habrá que aplicar un sistema para limitar el número de personas que asisten a una determinada Misa, de conformidad con las directrices de salud del estado y del condado. Pueden ser útiles a este respecto los métodos como Eventbrite o las reservas. Los ujieres y otros voluntarios ayudarán a asegurar que no asista a cada Misa más personas que el número permitido. Se deben tomar medidas para acomodar cualquier desbordamiento en otros edificios.
9. En algunas parroquias, también es posible celebrar la Misa al aire libre. Esto es preferible si se puede organizar de manera digna manteniendo el distanciamiento social necesario, ya que el espacio exterior minimiza la exposición sostenida al virus.
10. Las parroquias tendrán que desarrollar un plan para el uso de los baños: limitar el número de personas que entran en un baño al mismo tiempo, y colocar cinta adhesiva en el suelo fuera del baño para indicar dónde deben hacer cola las personas para esperar en el baño, manteniendo una distancia de 6 pies entre las personas. Es aconsejable que se coloquen ujieres en los baños para vigilar el cumplimiento de estas normas. Los baños deberán ser desinfectados regularmente por personal parroquial debidamente capacitado.
11. Considerar mantener las puertas de la iglesia o del edificio abiertas para evitar que se toquen las superficies comunes y para maximizar la circulación de aire fresco.
12. Los recipientes de agua bendita deben estar vacíos (el agua bendita se puede obtener de un recipiente cerrado).
13. Si es posible, deben examinarse la temperatura de los asistentes a Misa y los visitantes, y/o preguntarles si tienen síntomas, y pedirles que usen desinfectante de manos.
14. Se pide a los asistentes a la Misa que completen el Archdiocesan Informed Consent Form [Formulario de consentimiento informado de la Arquidiócesis]. Se alienta a las parroquias a utilizar un formulario en línea y a hacer un seguimiento de este formulario. Si se recogen las firmas “en vivo”, se debe prestar atención a la aplicación de medidas de saneamiento entre los usos en caso de que se compartan los bolígrafos.
15. Las parroquias también deben llevar una lista de todos los asistentes a cada Misa con su correspondiente información de contacto y conservar la lista durante 45 días, para ayudar a localizar los contactos en caso de que sea necesario.
16. Se debe hacer un anuncio inicial comunicando las modificaciones litúrgicas temporales (por ejemplo, el no apretón de manos en el Signo de la Paz y los cambios en la distribución de la Santa Comunión).
CONSIDERACIONES PARA LLEVAR A CABO LA MISA
1. Todas las ayudas litúrgicas (por ejemplo, libros de cantos, misalitos, ayudas para el culto, etc.) deben ser retirados de la iglesia y almacenados antes del comienzo de las Misas públicas.
2. En la medida de lo posible, los ministros litúrgicos (diácono, servidores, lectores) deben mantener una distancia de seis pies del sacerdote y de los demás. Esto incluye cualquier momento en que puedan estar juntos en la sacristía antes o después de la Misa.
3. Todos los ministros deben desinfectarse las manos antes de comenzar la Misa.
4. El sacerdote y los demás ministros deben entrar en el santuario desde la sacristía.
5. El sacerdote colocará el Misal en un soporte en la sede o en el altar cuando recite las oraciones del celebrante, en lugar de que un servidor sostenga el Misal Romano.
6. Debe omitirse la procesión de ofrendas.
7. Las cestas de coletas deben ser colocadas en lugares estratégicos antes de que comience la Misa. Esto evita a los fieles dejar los bancos durante la Misa y minimiza la exposición. Los que manejan el dinero, los cheques y los sobres deben llevar guantes de protección sanitaria y lavarse las manos después de tocar estos artículos.
8. Desinfectar los micrófonos, el ambón, los podios entre cada uso. Consultar a los fabricantes de equipo para determinar los pasos de desinfección apropiados.
9. Un diácono (si está presente) o un servidor lleva el Misal, el cáliz, la patena, el copón y las vinajeras de vino y agua al altar, mientras el sacerdote permanece en la sede. Como alternativa, los vasos pueden mantenerse en el lado derecho del altar o en una credencia junto a él antes de que comience la Misa (IGMR, n. º 255, que sería particularmente indicado si no hay diácono o si el sacerdote realiza los ritos de introducción y conclusión desde el altar en lugar de la sede). El diácono, si está presente, coloca los objetos en el altar y prepara el cáliz de la manera habitual; de lo contrario, esto lo hace el sacerdote.
10. El lavado de las manos debe ser hecho por el sacerdote solo, sin ayuda, ya sea en una credencia cerca del altar o al lado del mismo altar. El cuenco para el lavado de las manos ya debe tener agua, con la toalla a su lado. Después de realizar el lavado de las manos, el sacerdote debe desinfectarse las manos. Los artículos para el lavado de las manos deben permanecer en la credencia y ser retirados por el sacerdote después de la Misa.
11. Las hostias que se consagrarán para la Comunión de los fieles se colocarán en un segundo corporal hacia el lado del altar. Esto permite al sacerdote pronunciar las palabras de la consagración directamente sobre la hostia que va a consumir, con las otras hostias sobre el altar, pero no directamente delante del sacerdote mientras pronuncia la Plegaria Eucarística.
12. Para la elevación de las especies sagradas en “Por él, y con él, y en él”, si un diácono está presente, puede estar junto al sacerdote y elevar el cáliz. Como esta acción es breve, no tiene que permanecer a 6 pies del sacerdote mientras lo hace.
13. Los fieles intercambian el saludo de la paz permaneciendo en sus lugares e inclinándose reverentemente unos hacia otros.
LA DISTRIBUCIÓN DE LA COMUNIÓN
Si hay un mayor número de participantes en una Misa en el interior, la distribución puede tener lugar inmediatamente después de la conclusión de la Misa, es decir, inmediatamente después de la despedida, sin que se cante ningún canto final. Esto permitirá reducir al mínimo el tiempo que la gente está en la iglesia todos juntos, ya que después de que cada comulgante se toma unos minutos para orar después de recibir la Comunión, el comulgante puede entonces salir de la iglesia antes de que los demás hayan recibido la Comunión. Además, aunque se puede fomentar la Comunión en la mano, no se debe negar la Comunión a nadie que desee recibirla en la lengua.
Con cualquiera de las opciones para distribuir la Comunión, se deben seguir las siguientes normas.
1. Se debe colocar una pequeña mesa en cada punto de distribución de la Sagrada Comunión (Communion station), con un corporal abierto, una botella de desinfectante de manos no perfumado, y un cuenco para la ablución con un purificador.
2. No debe distribuirse a los fieles la Preciosísima Sangre. Los sacerdotes concelebrantes deben tener su propio cáliz y purificador (que él mismo purifica) o pueden comulgar por sí mismo por intinción antes de que el celebrante principal comulgue desde el cáliz.
3. Después de comulgar, el sacerdote purifica el cáliz y la patena y sus dedos, y luego desinfecta sus manos (la Santa Comunión no puede darse con los guantes puestos). Luego se pone una mascarilla quirúrgica o un paño que cubre la cara y da la Comunión a los ministros litúrgicos, y a los miembros de la asamblea (si la Comunión se va a distribuir a la hora habitual). Los ministros adicionales que ayuden en la distribución de la Comunión deben higienizar sus manos y cubrirse la cara cuando lo haga el sacerdote.
4. Los fieles deben quitarse las coberturas faciales antes de acercarse a comulgar, así como los guantes—si los llevan puestos y desean recibir la Comunión en la mano. Considerar la ayuda de un ujier (con una máscara) para ayudar a los fieles a acercarse de banco en banco, para recordar a los fieles que mantengan una distancia de 6 pies y que deben quitarse los guantes y la máscara antes de acercarse a la Sagrada Comunión. Inmediatamente después de recibir la Sagrada Comunión, los fieles deben volver a usar sus coberturas faciales.
5. Si el sacerdote percibe que sus dedos han entrado en contacto con las manos o la boca de una persona, debe hacer una pausa, colocar el copón en el corporal, limpiar sus dedos en el cuenco de ablución y secarlos en el purificador, y luego usar un desinfectante de manos (no perfumado). Lo mismo ocurre con los ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión, así como con los diáconos que distribuyen la Comunión. El agua del cuenco de ablución debe verterse luego en el sacrarium (o, a falta de éste, en el suelo en un lugar alejado de donde la gente pueda caminar). Puede repetir este proceso tantas veces como considere necesario durante la distribución de la Santa Comunión. Sin embargo, no es necesario que use desinfectante de manos entre cada comulgante, a menos que haya habido un contacto real.
6. Después de que los vasos sagrados se purifiquen, deben ser lavados después de cada Misa con agua caliente y jabón.
7. Todos los lienzos sagrados que se vayan a limpiar deben ser colocados en una bolsa de plástico.
Si la Comunión se distribuye después de la Misa se deben observar los siguientes pasos además de lo anterior.
1. Al comienzo de la Misa, o en un punto adecuado durante la Misa (por ejemplo, antes de la comunión o después del Cordero de Dios), el sacerdote debe explicar que los que deseen recibir la Sagrada Comunión pueden hacerlo al final de la Misa. Puede añadir que los fieles deben mantener una distancia de seis pies entre sí cuando se acercan a la Sagrada Comunión.
2. Después de dar la Comunión a los ministros litúrgicos, el sacerdote deja el/los copón/copones en el altar, cubierto/s, sobre un corporal.
3. Después de la bendición final y la despedida, el sacerdote (y el diácono, si está presente) permanecen en el santuario, mientras que los otros ministros litúrgicos vuelven a la sacristía. En este punto el sacerdote vuelve a desinfectarse las manos, como cualquier otro que ayude en la distribución de la Santa Comunión.
4. En el altar, el sacerdote sostiene una sola hostia y dice: “Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor”. Luego dirige al pueblo diciendo: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme”. El sacerdote (y cualquier otro ministro que distribuya la Santa Comunión) se pone una mascarilla quirúrgica o una cubierta de tela para la cara, toma el copón y va al punto donde se distribuye la Comunión.
5. Al final de la distribución de la Santa Comunión, el sacerdote (y cualquier otro ministro) devuelve las hostias restantes al tabernáculo como de costumbre. Los fieles pueden irse después de hacer una breve oración de acción de gracias.
CONSIDERACIONES PARA LAS MISAS AL AIRE LIBRE
Ahora que nos estamos acercando a un clima agradable, las masas al aire libre son una buena opción. Esto aliviará la necesidad de higienizar un espacio de iglesia más grande y sirve como una alternativa viable a un espacio más pequeño.
1. Hay que tener cuidado para que los objetos sagrados estén protegidos de la intemperie.
2. Se deben seguir las mismas precauciones y directrices para las Misas en interior.
3. Los autos deben estacionarse en un área y la Misa debe celebrarse en un área diferente.
4. Se anima a los fieles a traer sus propios asientos para aliviar a la parroquia de la carga de desinfectar los asientos. La disposición de los asientos debe estar claramente marcada y permitir una adecuada distanciación.
5. Se aplican las mismas directrices para el acceso a los baños y la higienización que en las Misas al interior.
6. La distribución de la Sagrada Comunión sigue las directrices para las Misas en el interior. No habrá distribución de la Sagrada Comunión a los fieles en sus vehículos.
REFERENCIAS ADICIONALES
Enlace del Departamento de Salud Pública de California https://files.covid19.ca.gov/pdf/guidance-places-of-worship.pdf
Enlace del Departamento de Salud Pública de San Francisco https://www.sfdph.org/dph/alerts/covid-guidance/Gatherings-Tips-Faith-Practitioners.pdf
Enlace de Salud Pública del Condado de Marin https://marinrecovers.com/faith-based-organizations/
Enlace de Salud Pública del Condado de San Mateo https://www.smchealth.org/coronavirus-health-officer-updates
Recursos del clero en cada uno de los tres condados:
Condado de Marin: P. Andrew Spyrow
San Francisco: P. Arturo Albano y P. Moisés Agudo
San Mateo: P. Thomas V. Martin