En la iglesia de Santa María en Traspontina se representa una estatua de madera de una mujer embarazada como parte de las exhibiciones de la región amazónica durante el Sínodo de los Obispos para la Amazonía en Roma el 18 de octubre de 2019. (Foto CNS/Paul Haring)
28 de octubre de 2019
Cindy Wooden
Catholic News Service
ROMA -- Dos hombres entraron a una iglesia católica cerca del Vaticano el 21 de octubre y robaron copias de una estatua de una mujer embarazada que había sido la pieza central en varios servicios de oración relacionados al Sínodo de los Obispos para la Amazonía.
En un video compartido con blogueros y agencias de medios católicos que se han quejado de que la estatua es un símbolo pagano, dos hombres pusieron las estatuas en la barandilla de un puente sobre el río Tíber, y las tiraron en el río, mirándolas flotar en la corriente.
Las estatuas de una mujer embarazada arrodillada "representaban la vida, la fertilidad, la Madre Tierra", dijo el 21 de octubre a los reporteros Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación.
El robar las estatuas y tirarlas al río, dijo, "es un gesto que va contra el espíritu del diálogo".
"No sé qué decir aparte de que fue un robo, y quizá eso habla por sí mismo", dijo Ruffini. La policía está investigando el robo.
Las estatuas se habían colocado en varios altares laterales de la iglesia de Santa María en Traspontina donde se habían llevado a cabo diariamente los servicios de oración conectados con el sínodo desde que comenzara la reunión a comienzos de octubre.
El video del robo y la noticia se propagó rápidamente en Twitter. Taylor Marshall, autor del libro: "Infiltration: The Plot to Destroy de Church from Within" (Infiltración: El plan para destruir la Iglesia desde adentro) crítico frecuente del uso de la estatua, anunció a sus seguidores en Twitter, "con gran alegría" que las imágenes habían sido arrojadas al río, "como acto de obediencia a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y en reparación a su Sagrado Corazón, herido por el pecado".
Sin embargo, otros expresaron rechazo ante el robo y la destrucción de las estatuas. La autora católica Dawn Eden Goldstein dijo en Twitter: "Un crimen repugnante. La estatua estaba en la iglesia para representar la vida dada por Dios. Las iglesias católicas están llenas de imágenes alegóricas: pelícanos,
águilas, peces, representaciones humanas de las virtudes. Y sin embargo, cuando los católicos de la Amazonía designan una imagen para representar su fe, son 'paganos'".
"Lamentamos profundamente y a la vez denunciamos que en los últimos días hemos sido víctimas de actos de violencia que reflejan la intolerancia religiosa, el racismo y actitudes vejatorias que, sobre todo, afectan a los pueblos indígenas", dijo el grupo. Las acciones y actitudes muestran "un rechazo a construir nuevos caminos para la renovación de nuestra Iglesia".
Sin embargo, dijeron, según el comunicado, "Alertamos de que estos actos pueden repetirse o subir el tono".