Daniel Hernández recibe un abrazo de su madre, María Puga, durante una marcha del 16 de agosto para marcar el final de la caravana por los derechos de los inmigrantes, en San Diego. El gobierno de Obama acordó financiar la asistencia legal para menores no acompañados y las agencias católicas recibieron una de las primeras, foto del 2014. (FOTO CNS/DAVID MAUNG, EPA)
Enero 13, 2019
Lorena Rojas
San Francisco Católico
Unos 70 inmigrantes menores y sus familias que viven en el Condado de San Mateo reciben ayuda gracias a un fondo proveniente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) asistencia que coordina la oficina de Vida Humana y Dignidad (HLD por sus siglas en inglés) y la oficina de Caridades Católicas de San Mateo.
Valerie Schmalz directora de la oficina de Vida Humana y Dignidad de la Arquidiócesis de San Francisco dice que con los fondos se ha contratado a una experta en trabajo social que está trabajando con los menores y continuará el trabajo con un posible equipo de voluntarios que darían asistencia a los menores y sus familias en asuntos sencillos.
El programa de ayuda a los menores de San Mateo llegados a EE.UU sin compañía, busca que las familias hispanas, católicos que van a misa los domingos se involucren en el tema de ayuda a los menores migrantes, detalló la directora de Vida Humana y Dignidad de la Arquidiócesis de San Francisco.
La subvención de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos para ayudar a los menores en San Mateo apoya un plan piloto de dos años. Los fondos del primer año por un monto de $45.000 está corriendo, para el próximo año fiscal San Mateo recibirá un segundo tracto por el mismo monto para continuar cubriendo las costas de asistencia profesional para los menores y los voluntarios que se involucren en el programa.
La asistencia a los cerca de 70 menores de San Mateo, llegados sin compañía está bajo el programa CARE de Caridades Católicas de San Mateo, con el apoyo de la Oficina de Vida Humana y Dignidad.
El programa de ayuda requiere de un equipo de voluntarios; personas católicas que hablen español dispuestas a trabajar en conjunto con Caridades Católicas de San Mateo y con la Oficina de Vida Humana y Dignidad de la Arquidiócesis. El servicio que darían es simple, pero muy valioso para los menores y sus familias, detalló Valerie Schmalz.
La asistencia a estos menores puede incluir, ayudarlos a llenar una forma de aplicación para ingresar a la escuela, ayudar a los familiares adultos con un menor, por ejemplo a hacer un trámite en el DMV explicó la directora de Vida Humana y Dignidad.
Las personas interesadas en ofrecerse como voluntarios recibirán apoyo de una trabajadora social sobre los requerimientos que demanda la Iglesia Católica para servir en programas donde hay menores presentes y sobre los servicios que necesitan asistencia.
La Iglesia Católica en Estados Unidos hace esfuerzos durante todo el año para apoyar a los migrantes, sin embargo desde hace unos 50 años dedica una semana, en enero para celebrar la Semana Nacional de la Migración, con el fin de darle la oportunidad a todos los fieles de “reflexionar sobre las circunstancias que enfrentan los migrantes”.
Este año el Departamento de Vida Humana y Dignidad de la Conferencia de Obispos Católicos ha dedicado a la Semana Nacional de la Migración, del 6-12 de enero el tema “construyendo Comunidades de Bienvenida”.
Los inmigrantes, los refugiados y los niños, así como las víctimas y sobrevivientes de la trata de personas, todos dentro del capítulo migrantes, “tienen una historia sobre la migración, algunas recientes otras en el pasado lejano” dice la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU.
Pero “independientemente de dónde estemos y de dónde venimos, seguimos siendo parte de la familia humana y estamos llamados a vivir en solidaridad con los demás”, declara el mensaje de la Oficina de Vida Humana y Dignidad de la Conferencia de Obispos de Estados Unidos.
Detenidos duermen en una celda de detención en las instalaciones de procesamiento de Aduanas y Protección Fronteriza de los EE. UU. En Brownsville, Texas, el 18 de junio del 2014. Para entonces 52.000 menores no acompañados habían sido detenidos en los Estados Unidos ese año fiscal. (FOTO CNS/ERIC GAY, REUTERS)