Un protestante tira piedras a las fuerzas de seguridad en la frontera entre Venezuela y Brazil en Pacaraima, Braxil el 24 de febrero. El presidente de Venezuela Nicolás Maduro cerró la frontera. (FOTO CNS/BRUNO KELLY, REUTERS)
Marzo 10, 2019
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SAO PAULO – Las tensiones altas en las fronteras venezolanas siguen escalando después de choques con personas que protestan la decisión del presidente venezolano, Nicolás Maduro, de no permitir entrar al país ayuda humanitaria para millones de ciudadanos.
La situación se vio complicada por la política: el líder de la oposición Juan Guaidó, quien se ha declarado presidente interino y tiene el apoyo de 50 gobiernos de todo el mundo, ha estado apoyando la entrada de la ayuda, situada por los Estados Unidos en la frontera entre Colombia y Venezuela.
Los presidentes y vicepresidentes de 14 países, incluyendo al vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, se reunieron en Bogotá, Colombia, el 25 de febrero para discutir la crisis.
En el cruce de frontera en Pacaraima, Brasil, dos camiones que llevaban ayuda humanitaria cruzaron a Venezuela el 23 de febrero, pero fueron detenidos por el ejército venezolano. El 24 de febrero, el gobierno brasileño hizo una declaración que aseguraba que los dos camiones habían regresado a Pacaraima, sin poder entregar la ayuda. El gobierno brasileño, sin embargo, prometió tratar de cruzar de nuevo tan pronto como se solucione la “situación diplomática”.
Al menos dos nacionales venezolanos fueron abatidos por las fuerzas de seguridad venezolana en la frontera con Brasil. Pero la situación fue peor en la frontera con Colombia. Dos personas resultaron muertas, y el ministro de asuntos exteriores de Colombia dijo que el 23 de febrero, 285 personas resultaron heridas y 37 hospitalizadas en el lado colombiano de la frontera después de choques entre seguidores de Guaidó y el ejército venezolano que bloqueaba la entrada de ayuda. Al menos dos indígenas de Venezuela fueron asesinados por las fuerzas de seguridad venezolanas a lo largo de la frontera con Brasil.
En los últimos años, grupos de Iglesia – incluyendo a los obispos venezolanos – han suplicado a Maduro que deje entrar la ayuda en el país para aliviar el sufrimiento de los venezolanos.