Monseñor John Talesfore, párroco de San Mateo impone las cenizas en la frente de una niña el Miércoles de Ceniza. (Foto Zac Wittmer/San Francisco Católico).
29 de febrero del 2020
Lorena Rojas
“El miércoles de Ceniza es uno de los días más populares,
todos quieren estar en la iglesia”, dijo el párroco de la iglesia
San Mateo, en la ciudad de San Mateo al inicio de la homilía
de la misa en español de este día.
Durante el sermón él explicó el origen bíblico del símbolo de la ceniza, el cual significa el punto de partida que
mueve al creyente a reflexionar sobre algo que no está bien, algo que es como un “desastre” interior con el cual no
se puede continuar, dijo.
Hablando de desastres y cenizas, Mons. Telesfore dijo que las cenizas que se usaron para las cruces en la frente le
recordaron las cenizas de los incendios en California sobre todo el incendio en Paraíso. “Incendios que han
causado un gran desastre en el cambio climático”.
“El Miércoles de Ceniza (entre otras reflexiones, también) nos recuerda que tenemos que ser conscientes de
nuestro entorno”, dijo el párroco de San Mateo, y reflexionó sobre la preocupación del Santo Padre acerca del
medio ambiente. El papa Francisco ha hecho un llamado a salvar nuestro “hogar común”.
Mons. Telesfore concluyó la homilía sobre el rito católico de la imposición de las cenizas, explicando que el
símbolo de la ceniza significa que somos pecadores, pero al presentar la ceniza con la forma de la cruz en la frente
de las personas, quiere decir que “hay un Dios que cree en mí y ahora mismo me está transformando en la
persona que él cree que puedo ser”.
En su homilía de la Misa del Miércoles de Cenizas, él también predicó sobre el mal y al bien y la importancia de
reflexionar en este tiempo acerca de lo que hay que cambiar en la vida de cada uno.
La iglesia San Mateo estaba repleta de fieles hispanos para la misa del Miércoles de Cenizas de las 7:30 p.m., entre
ellos Esmeralda Leal, parroquiana de San Mateo y fiel seguidora de los servicios de Cuaresma, devoción que le
enseñaron sus padres desde su niñez en México.
Ella llegó temprano a San Mateo con su esposo José Salgado y sus cuatros hijos para la imposición de la ceniza,
“para mí es muy importante este día, es el comienzo de la Cuaresma, el comienzo “de todo lo de Jesús en el
camino a la crucifixión”, dijo.
Leal recuerda que sus papás siempre la llevaban a recibir la cruz de ceniza. “Mis papás me enseñaron esto cuando
era niña, pero nunca me puse a pensar que significa, hasta el día de hoy”, dijo al San Francisco Católico.
Con la misma devoción, Esmeralda Leal participa de las misas del Domingo de Ramos, del Jueves Santo (el
lavatorio de pies de los apóstoles), el viacrucis del Viernes Santo y la misa del Domingo de Resurrección
compartió.