El Papa Francisco da su extraordinaria bendición "urbi et orbi" (a la ciudad y al mundo) en una plaza de San Pedro vacía en el Vaticano, el 27 de marzo del 2020. (Foto CNS/
Guglielmo Mangiapane, Reuters).
27 de marzo del 2020
Lorena Rojas
El panorama desolador y paralizante alrededor del mundo nos ha hecho percatarnos que “estábamos en la
misa barca todos frágiles y desorientados, como los discípulos que menciona el pasaje del Evangelio de san
Marcos, dijo el papa Francisco durante el mensaje "urbi et orbi" (a la ciudad y al mundo) por el coronavirus,
el 27 de marzo.
El Evangelio narra que Jesús duerme en la popa de la barca, la parte que se hunde primero en un
naufragio. Y al despertarlo, él le pregunta a los discípulos ¿por qué tienes miedo? ¿Aún no tienes fe? El
comienzo de la fe es saber que necesitamos la salvación, no somos autosuficientes solos nos hundimos.
Necesitamos al Señor, dijo el Papa.
“En esta barca estamos todos, todos… y nos hemos dado cuenta que no podemos seguir cada uno por
nuestra cuenta… estamos llamados a remar juntos. Necesitados reconfortarnos mutuamente”.
La tempestad desenmascara la vulnerabilidad y deja al descubierto lo falso y superfluo como el ego de
querer aparentar. “Y nos muestra como nos habíamos dormido, y abandonado lo que alimenta, sostiene y
da fuerza a nuestra vida y a nuestra comunidad” Señala.
“Avanzábamos rápido, y codiciosos dejándonos llevar por lo material, por la prisa, no nos hemos detenido
ante tus llamadas, no hemos escuchado el grito de los pobre y de nuestro planeta gravemente enfermo”,
dijo el Papa.
Pero la tempestad “nos deja al descubierto la bendita pertenencia común de hermanos. Y en este
momento solo la oración y el servicio silencioso son nuestras armas vencedoras”.
“En este tiempo de Cuaresma el Señor nos llama a la fe. Nos llama a tomar este tiempo de prueba para
saber separar lo que es necesario de lo que no lo es”.
Entreguémosle al Señor nuestros temores, pues la fuerza de Dios es convertir en serenidad todo lo que
nos suceda inclusive las tormentas, dijo el Papa.