Carlos Ayala, profesor de la Escuela de Liderazgo Hispana habla en la Iglesia San Francisco de Asís en East Palo Alto, durante una clase, en el 2017. (FOTO ZAC WITTMER/SAN FRANCISCO CATÓLICO)
28 de abril de 2019
Araceli Martínez
Jesús Cárdenas sufre de dolor crónico en el brazo izquierdo a causa de un accidente. A veces le cuesta retener lo que escucha y aún más concentrarse. Pero con todo y sus dolencias y limitaciones no falta a la Escuela de Liderazgo Pastoral Hispano ni faltará mientras Dios le dé licencia.
Este inmigrante mexicano, contratista en electricidad cursa el tercer año de la Escuela de Liderazgo Pastoral Hispano, que este año celebra su tercer aniversario de fundación.
“El hambre de conocer a mi Iglesia y a Diosito me llevaron a inscribirme. La escuela es muy valiosa. Ha aumentado mi conocimiento y fe”, dice contento.
Hace tres años, el padre Moisés Agudo, vicario para los hispanos de la Arquidiócesis de San Francisco puso en marcha el sueño del arzobispo Salvatore Cordileone de crear la Escuela de Formación de Liderazgo con la misión de dar una formación integral católica y teológica a la comunidad hispana para asumir su papel en la Iglesia.
“Salió naturalmente a petición del arzobispo. En principio, iba a ser por tres años, pero no cubríamos todo el plan de estudios. De manera que se extendió a cinco años”, comenta el padre Moisés.
La Escuela de Formación de Liderazgo Hispano tiene 164 alumnos y cinco maestros. Funciona en siete centros, tres en la parroquia de San Antonio de Padua en San Francisco, otros tres en la parroquia de San Mateo en la ciudad del mismo nombre, y uno en la parroquia All Souls de la ciudad de South San Francisco.
Cada tres meses se enseña una materia distinta. Las clases son una vez a la semana durante dos horas. Tienen vacaciones los meses de julio, agosto y diciembre. El cuarto año va a comenzar en septiembre.
“En los centros educativos de San Mateo y San Francisco tenemos primero, segundo y tercer año; y en South San Francisco, solo tercer año. Estamos impactando y pensando en abrir un nuevo centro educativo en Marín”, revela.
Y dice que le admira la constancia de los estudiantes con sus clases, tareas y exámenes. “La comunidad hispana tiene ansias de ser formada y ser ayudada. Yo me llevo eso”, confía el vicario para los hispanos.
María de la Luz Ayón va al tercer año de la Escuela de Formación de Liderazgo todos los lunes. Dice que cuando el padre Moisés les habló de la escuela, se entusiasmó mucho.
“He crecido mucho espiritualmente. Cada semana es una nueva experiencia. Me siento con curiosidad por saber qué voy a aprender, hacia dónde me va a guiar y ayudar ese día”, comenta.
A través de las clases, ha aprendido el significado de los sacramentos, y dice que le emociona ver a compañeros mayores de 60 y 65 años motivados por aprender más.
“En las clases he construido una nueva familia. Hemos crecido en nuestra fe y nos han enseñado a servir en nuestras parroquias como líderes”, sostiene.
La Escuela de Formación de Liderazgo Pastoral ofrece el primer año, clases de Eclesiología, Sacramentos, y Sagradas Escrituras; el segundo año, las clases son Sagradas Escrituras 1, Eclesiología 1 e Historia de la Iglesia; en el tercer año, Sacramentos 1, Sagradas Escrituras 2 e Historia de la Iglesia 1.
El profesor Carlos Ayala Ramírez, con una licenciatura en filosofía y una maestría en teología y más de 30 años como profesor, enseña las clases de Eclesiología 1 y 2, Jesús en la Iglesia y La Iglesia en el Vaticano II. Dice que la escuela ha ayudado mucho a los hispanos y les ha creado mayor interés por su fe.
“Los grupos son muy heterogéneos. Los alumnos tienen diferentes edades, formación, experiencia de fe. Muchos no tienen una formación académica, pero hacen un esfuerzo notable”, dice.
Añade que trata de enseñarles como la teología de América Latina con referentes como monseñor Romero ha enriquecido la teología en Estados Unidos y en general.
El profesor Ayala considera que la escuela ha venido a dar a la gente madurez en la fe. “Ha ayudado a que no solo entiendan su fe, sino que den testimonio y lleve a cabo una fe más vivida que creída”, resalta.
Todos los lunes de siete de la tarde a nueve de la noche, César Hernández va a sus clases. “Ese día está reservado para el Señor”, dice.
Considera que la apertura de las clases de liderazgo ha sido de lo mejor que se ha hecho en la Arquidiócesis de San Francisco para los hispanos. “Tengo casi 50 años, y algunas de las cosas que he aprendido en la Escuela de Liderazgo Pastoral Hispano, me hubiera gustado aprenderlas a los 20, 25 años”, comenta.
Por más agotado que salga de su trabajo como mesero, espiritualmente está deseando ir a las clases. “Nos ha ayudado a conocer de una manera más profunda nuestra fe para llevar la palabra de Dios por si se necesita ir dar una clase de formación a los jóvenes o a una iglesia”, externa. En lo personal, las clases lo han animado a querer leer más de los Padres de la Iglesia y de los mártires que dieron la vida por lo que ahora gozamos.
César hizo una invitación a otros católicos para que sean parte de la Escuela de Liderazgo. “Le va a ayudar a crecer como persona y espiritualmente. Al formarnos, despertamos esa llama que hay dentro de nosotros para ser mejores, y que mejor si involucramos a nuestros hijos y familiares”, afirma.
Estudiantes de la clase de sacramentos de la Escuela de Liderazgo Hispana posan con el profesor del curso, el diácono Mario Zúniga. (Foto de cortesía)