El arzobispo de San Francisco Salvatore J. Cordileone vacía aceite, durante la Misa Crismal el pasado 11 de abril en la Catedral Santa María. (FOTO DENNIS CALLAHAN/SAN FRANCISCO CATÓLICO)
28 de abril de 2019
El diácono Mario Zúniga, atrás lleva un recipiente con uno de los tres aceites que se bendicen durante la Misa Crismal, que se celebra en la Catedral Santa María de la Asunción en San Francisco el jueves antes de la Semana Santa, este año el 11 de abril. A la izquierda el diácono Graham Cumming y el diácono Abel Martín
En esta misa también los sacerdotes “renuevan sus promesas sacerdotales”, escribe el diácono Mario Zúniga en su columna “Preguntas al Diácono Mario”, publicada en San Francisco Católico, el 23 de marzo de este año.
La Misa Crismal, es una misa en la cual el obispo preside la celebración junto a todos los sacerdotes de sus diócesis para consagrar el santo Crisma y bendecir los óleos, tanto el Crisma como los óleos son aceites de oliva puros. Al final de la celebración los aceites se distribuyen entre todas las parroquias para la celebración de los sacramentos.
Los aceites se usan para la unción durante el sacramento del Bautismo, la Confirmación y para la unción durante el sacramento del Órden. También para ungir a los enfermos. (FOTO DENNIS CALLAHAN/SAN FRANCISCO CATÓLICO)