Irene Márquez, sobreviviente de COVID-19 posa frente al edificio donde está su apartamento en el distrito de la Misión, el 9 de mayo. (Foto Zac Wittmer/San Francisco Católico).
20 de mayo del 2020
Lorena Rojas
“Cuando me informaron que estaba contagiado con el coronavirus me dije ‘¡Dios mío yo estoy en problemas!’”, dijo Gustavo Arévalo, un inmigrante de 48 años residente de San Francisco.
Arévalo fue diagnosticado positivo con COVID-19 el 30 de marzo, en el hospital de Kaiser Permanente en South San Francisco después de varios días de ir empeorando su condición de salud.
Para la fecha cuando fue diagnosticado, su mamá Irene Márquez de 68 años tenía una semana de estar confinada en su apartamento cerca de las calles 16 y South Van Ness en el distrito de la Misión en San Francisco también con COVID-19.
Ellos son parte de las 1.999 personas contagiadas en San Francisco, de las cuales el 42.5% son latinos, según datos del Departamento de Salud Pública de San Francisco.
Mientras que un estudio de la Universidad de California en San Francisco, UCSF revela que el 95% de las personas contagiadas que viven o trabajan en el distrito de la Misión son latinos.
Arévalo asegura que la forma como se contagiaron él y su mamá no tuvo relación porque no hubo contacto entre ellos en los días previos a que resultaran positivos.
No pudo decir con certeza en cuál lugar se contagió del mortal virus, pero piensa que lo contrajo en un hospital en San Francisco donde trabaja haciendo la limpieza.
Él limpió el cuarto donde estuvo internada una “paciente posiblemente contagiada con COVID-19”, y tuvo que hacer su trabajo de limpieza con poca protección porque no había suficientes mascarillas disponibles en el hospital en ese momento. Aclaró que se protegió con un traje plástico sobre su ropa, guantes y cobertores para los zapatos, pero no había con qué cubrirse la cara.
Pocos días después comenzó con fuertes dolores en el cuerpo, fiebre, pérdida del paladar y del olfato y una fatiga muy fuerte, pero no fue hospitalizado porque no presentó problemas respiratorios severos. Se aisló en su casa siguiendo las recomendaciones de su doctor por teléfono y estuvo bajo el cuidado de su esposa por cerca de un mes hasta que regresó a trabajar la última semana de abril.
Este parroquiano de la iglesia Visitación en San Francisco, dijo al San Francisco Católico en una entrevista telefónica que la fuerza de la fe y los recursos que ofrece la Iglesia católica a distancia como las misas y exposición del Santísimo transmitidas en vivo, y los servicios transmitido desde Roma durante los días de la Semana Santa fueron un alimento espiritual muy importante para su recuperación.
Al preguntársele la razón por la cual tantos latinos en la Misión en San Francisco están resultando positivos del COVID-19, no descartó que una de las razones sea porque muchos tienen trabajos esenciales que no pueden desempeñarlos desde sus casas, como es su caso.
Mientras tanto su mamá, Irene Márquez se ha recuperado de la enfermedad por el COVID-19 y está trabajando de nuevo, pero esta experiencia la dejó muy asustada.
Ella cree que se contagió viajando en el autobús hacia la iglesia San Kevin para participar en un servicio de adoración al Santísimo. Aunque ella trabaja limpiando el edificio de apartamentos donde vive en el distrito de la Misión, no cree que el contagio haya ocurrido ahí porque cuando fue diagnosticada, no se había reportado pacientes con el virus en ese lugar.
“Yo ya le tengo pánico a la Misión porque de ahí han salido muchos casos. Ahora, yo amo mi vida. Yo me cuido porque el Señor me dio un aviso. El Señor me sostuvo en sus manos, estuvo junto a mí y eso no lo voy a olvidar nunca”, dijo entre sollozos.
Después de recuperarse de la infección por el COVID-19, Márquez solo sale por una emergencia y se protege con mascarilla y guantes. “Yo le digo a la gente que veo en la Misión que se protejan, y algunos me dicen eso son babosadas”, dijo ella.
Las autoridades de salud de San Francisco están investigando la alta incidencia de casos en el distrito de la Misión para encontrar las razones de la rápida propagación de COVID-19 en ese vecindario tan poblado en condado.
Científicos de la Universidad de California en San Francisco -UCSF por sus siglas en inglés, en colaboración con organizaciones comunales tomaron muestras a 4.160 personas en el distrito de la Misión del 25 al 28 de abril para hacer estudios sobre la transmisión del COVID-19 y cómo parar la propagación del virus.
“El 95 % de las personas que resultaron positivas en este estudio no tienen posibilidad de trabajar desde la casa durante la cuarentena. Son trabajadores esenciales que tienen que trabajar fuera de la casa, y personas que han sido despedidas o desempleadas”, dijo a KCBS la doctora Diane Havlir, profesora de medicina de la Universidad de California en San Francisco.
Los participantes de este estudio que resultan positivos de infección activa por COVID-19 son contactados por los expertos en enfermedades contagiosas de la UCSF para guiarlos en el proceso de aislamiento y cuarentena, destaca un artículo publicado en el portal de internet de esta universidad.
La doctora Carina Márquez, profesora auxiliar de la escuela de medicina de la UCSF, que participó en el estudio con los contagiados en la Misión, dijo en el mismo artículo que la comunidad latina en San Francisco está siendo muy afectada tanto por la infección con el COVID-19 como por las dificultades económicas “por lo que nos hemos asociado estrechamente con Latino Task Force For COVID-19 (Tarea de Fuerza Latina para COVID-19) para apoyar a esta comunidad trabajando para interrumpir la transmisión de la enfermedad”.
El estudio de la UCSF incluyó también la toma de muestras nasales y de sangre a 2.000 residentes de Bolinas, una comunidad rural al oeste del condado de Marín para estudiar la transmisión del COVID-19 en esa comunidad.