Marzo 24, 2019
Most Reverend Salvatore J. Cordileone
Archbishop of San Francisco
Ahora, en este “tiempo oportuno” comienza la Cuaresma. Y somos llamados nuevamente a detener la rutina ordinaria, evaluar las áreas en las que nos hemos alejado de los ideales de la vida cristiana y hacer un concienzudo regreso a Dios. En estos días, solo tenemos que prestar atención a las noticias para ver las vivas evidencias de cuán lejos está nuestra cultura de los ideales cristianos: la aprobación de leyes horrendas que permiten el asesinato de bebés a término completo, separación de familias como resultado de fuerzas sociales y económicas opresivas que afectan a familias inmigrantes y especialmente vulnerables; una epidemia de personas sin hogar; revelaciones de abuso de poder, incluso dentro de la jerarquía de la Iglesia y la lista sigue y sigue.
Sé misericordioso, oh Señor, porque hemos pecado.
Y nuestro Señor es misericordioso. Las cosas cambian cuando estamos dispuestos a confiar en Dios, lo que significa obedecerle y dejar que Dios haga las cosas a la manera de Dios. Nuestro cambio, o conversión a Dios es un gran acto de confianza, el último signo de nuestro arrepentimiento y creencia, de nuestro cambio de actitud y cambio de vida, de nuestra confianza en que Dios cuida de nosotros y guía nuestras vidas, y de nuestra convicción de que Dios quiere que compartamos la vida eterna de su Hijo resucitado y la plenitud de su reino. Es verdad que Dios lo hará, a su manera y en su propio tiempo traerá orden al caos de nuestras vidas y a nuestro mundo. Y eso significa nunca renunciar a Dios, quien nunca se da por vencido con nosotros.
Los animo a no dejar pasar en vano estos 40 días. Haga el propósito de aumentar su oración, ayuno y limosna. Asista a eventos parroquiales de Cuaresma. Reciba el sacramento de la Reconciliación: todas nuestras iglesias están abiertas los martes por la noche en Cuaresma de 6-8 de la noche para este. Rece para que sus esfuerzos sean fructíferos, lo que resultará en un mayor gozo cuando lleguemos a la Pascua.
Que tengas una bendita Cuaresma.