14 de abril de 2019
Junno Arocho Esteves
Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO – El papa Francisco aceptó la renuncia de un cardenal chileno que ha enfrentado críticas generalizadas por su manejo de casos de abuso sexual clerical en el país. El papa aceptó la renuncia del cardenal Ricardo Ezzati de Santiago, el 23 de marzo, anunció el Vaticano.
El Vaticano no dio una razón por la renuncia. Todos los obispos deben presentar sus renuncias cuando cumplen 75 años. El cardenal Ezzati tiene 77 años.
La renuncia es la octava renuncia aceptada por el papa Francisco después de que casi todos los obispos en Chile le ofrecieron retirarse en mayo del 2018, después de una reunión de tres días en el Vaticano para discutir el escándalo del abuso sexual clerical.
En cada caso en que aceptó una renuncia, el papa nombró a un administrador apostólico para dirigir temporalmente la diócesis. Para el administrador de Santiago, el Papa eligió al obispo Celestino Aos Braco de Copiapó, que cumplirá 74 años el 6 de abril.
Chile tiene 27 diócesis y otras jurisdicciones eclesiásticas dirigidas por un obispo.
El anuncio de la renuncia del cardenal se dio a conocer poco más de una semana después de que un medio de noticias chileno publicara una denuncia presentada contra el cardenal Ezzati y la Arquidiócesis de Santiago en el 2015, reveló un caso de abuso sexual ocurrido en la catedral de Santiago y su encubrimiento.
Los fiscales chilenos también están investigando una supuesta red de abuso sexual en Rancagua, así como posibles encubrimientos de casos de abuso en Santiago por miembros del clero, entre ellos el cardenal Ezzati y su predecesor, el cardenal Francisco Javier Errazuriz.
Aunque el cardenal Ezzati había dicho que cooperaría con las autoridades en su investigación, invocó su derecho contra auto-incriminación cuando apareció ante el tribunal en octubre.
Respondiendo a preguntas de reporteros el 23 de marzo, el cardenal dijo que hablará “en el momento adecuado” y está consultando con sus abogados para que esto suceda.
Sin embargo, también dijo que se va de la arquidiócesis con “la frente muy en alto, seguro de que se probará mi inocencia” y que la gente reconocerá lo mucho que ha hecho para responder a las acusaciones de abuso.