Un hombre arrastra sus pertenencias a lo largo de una calle mientras evacua su casa dañada en Beirut el 5 de agosto de 2020, luego de las explosiones del día anterior. Dos explosiones masivas cerca del puerto de la capital libanesa dejaron más de 130 personas muertas, al menos 5.000 heridos y docenas más desaparecidos. (Foto Aziz Taher, Reuters).
8 de Agosto del 2020
Carol Glatz
Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO -- Después de que un incendio desencadenó una explosión en Beirut, el papa Francisco pidió oraciones y un esfuerzo conjunto para ayudar al Líbano a superar "esta grave crisis".
"Rezamos por las víctimas y por sus familiares; y rezamos por el Líbano, para que con el compromiso de todos sus componentes sociales y religiosos pueda afrontar este momento tan trágico y doloroso y con la ayuda de la comunidad internacional, superar la grave crisis que está atravesando", dijo el papa el 5 de agosto al final de su audiencia general.
Tras la explosión de la mañana del 4 de agosto que sacudió el área portuaria de la ciudad, las autoridades dijeron que al menos 100 personas han muerto, más de 4.000 resultaron heridas y más de 100 personas desaparecidas. Los equipos de rescate continuaron buscando sobrevivientes bajo los escombros.
El presidente libanés, Michel Aoun, dijo que la explosión fue causada por miles de toneladas de nitrato de amonio acumuladas en el almacén que se incendió.
Las ondas de la explosión aplastaron estructuras cercanas, rompieron vidrios y sacudieron edificios en toda la ciudad en el pequeño país mediterráneo ya devastado por el coronavirus y su peor crisis financiera desde la guerra civil de 1975-1990.
Un informe reciente del Programa Mundial de Alimentos de la ONU dijo que casi el 50% de los ciudadanos libaneses, junto con el 63% de los refugiados palestinos y el 75% de los refugiados sirios en el país, estaban preocupados de no poder encontrar suficiente comida.