Marzo 10, 2019
Andrea Tornielli
Noticias Del Vaticano
Parte I De Ii Sesiones
Ciudad del Vaticano – El tema de los “hijos de los sacerdotes” ha permanecido tabú durante mucho tiempo, con la consecuencia a menudo, especialmente en el pasado, de que estos niños crecían sin tener un padre conocido y reconocido. Se trata en todo caso de un problema distinto del enfrentado la semana pasada en el Vaticano, centrado en los abusos cometidos contra menores.
En los últimos días, el psicoterapeuta Vincent Doyle, hijo de un sacerdote católico irlandés y fundador de “Coping International” (www.copinginternational.com), una asociación para la defensa de los derechos de los hijos de sacerdotes católicos de todo el mundo, ha estado presente en Roma. Doyle quiere “salir del anonimato” y ayudar psicológicamente a “las muchas personas nacidas de una relación entre una mujer y un sacerdote” en varias partes del mundo. El psicoterapeuta irlandés, en entrevistas recientes en varios medios de comunicación, ha hablado de un documento de la Congregación para el Clero -de hecho, para uso interno, llamado indebidamente “secreto”- sobre la actitud que debe adoptarse en estos casos.
La existencia de estas directrices internas, conocidas por el mismo Doyle desde 2017, y el criterio general relativo a la protección de los niños, han sido confirmados por el director interino de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti. Lo hablamos con el Cardenal Beniamino Stella, Prefecto de la Congregación para el Clero, el Dicasterio que se ocupa de este aspecto de la vida de los sacerdotes.
Eminencia, ¿cuáles son los criterios
que guían las decisiones a tomar
en el caso de sacerdotes con hijos?
“El Dicasterio ha seguido una “práxis” desde la época en que el cardenal Claudio Hummes era Prefecto – desde hace unos diez años – quien fue el primero en llevar a la atención del Santo Padre, en ese momento Benedicto XVI, los casos de sacerdotes menores de 40 años con descendencia, proponiéndoles que obtuvieran la dispensa sin esperar el cuadragésimo año, tal como lo estipulado por las normas de la época. Tal decisión tenía y tiene como objetivo principal salvaguardar el bien de la descendencia, es decir, el derecho de los hijos a tener a su lado un padre además de una madre. También el papa Francisco, que ya se había expresado en este sentido como cardenal arzobispo de Buenos Aires durante un diálogo con el rabino Abraham Skorka publicado en el libro “El cielo y la tierra”, fue categórico: la atención prioritaria por parte del sacerdote debe ser hacia la descendencia”.
¿Qué quiere decir con “atención”?
“Por supuesto, no se trata sólo del sustento económico necesario. Lo que debe acompañar el crecimiento de un niño es sobre todo el afecto de los padres, una educación adecuada, de hecho todo lo que implica un ejercicio efectivo y responsable de la paternidad, especialmente en los primeros años de vida”.
¿Puede decirnos en qué consiste el documento internodel que se ha hablado?
Se trata de un texto titulado “Nota relativa a la “praxis” de la Congregación para el Clero en relación a los clérigos con hijos”, que recoge y sistematiza la práctica vigente desde hace años en el Dicasterio. Como se ha explicado, se trata de una herramienta de trabajo a la que hay que remitirse cuando se produce tal situación, un texto “técnico” para los colaboradores del Dicasterio, por el cual hacerse guiar. Sólo por esta razón no se ha publicado. Consta también que el Sr. Doyle pudo leerlo hace dos años. Este texto suele ser presentado y comentado por la Congregación a las Conferencias Episcopales y a los Obispos, que se ocupan del tema y preguntan cómo proceder.