Gabriela y Fabián Sacchi, miembros del comité de salud mental de la iglesia San Mateo posan en una foto sin fecha. Ellos están entrenados para ayudar a las personas que necesiten ayuda. (Foto de cortesía).
2 de diciembre del 2020
Lorena Rojas
La creación del ministerio de salud mental comenzó en la Arquidiócesis de San Francisco el año pasado, antes de la pandemia y se instaló a principios del 2020 en las parroquias que le han abierto las puertas y están formando comités.
Este ministerio es una iniciativa de la conferencia de obispos de California como respuesta a las necesidades espirituales y enfermedades mentales que padecen muchos fieles.
La iglesia San Mateo en San Mateo es una de las parroquias de la Arquidiócesis de San Francisco que ya tiene el ministerio de salud mental en inglés y español, con un comité listo para ofrecer ayuda.
Los esposos Gabriela y Fabián Sacchi y María son miembros del comité de salud metal de San Mateo para trabajar con los hispanos. Otros tres miembros integran el equipo de ayuda a los fieles que hablan inglés.
Los Sacchi aclararon que no son especialistas en salud mental, pero han recibido un entrenamiento para ayudar a las personas que buscan ayuda, y están listos para comenzar a atenderlos. El programa ofrece ayuda uno a uno a través de reuniones en algún lugar seguro en la iglesia San Mateo.
Las personas que necesitan ayuda deben comunicarse primero con la parroquia y el sacerdote les ofrece la oportunidad de asistir a sesiones con los miembros de salud mental.
Gabriela Sacchi es quien habla directamente con las personas que buscan ayuda y su esposo Fabián ora mientras las personas están en las sesiones, María quien es trabajadora social busca recursos profesionales sobre salud mental para las personas que necesiten.
Fabián Sacchi dijo que con la pandemia hay muchas personas sufriendo por la soledad o por la pérdida de un ser querido, en estos casos los miembors del ministerio de salud mental las escucha y se las transfiere a algún especialista si lo necesitan.
Los Sacchi están dispuestos a poner en práctica todo lo aprendido en el entrenamiento para este programa. Ellos, sirven con compasión ya que entienden a las personas que están sufriendo, debido a que pasaron por una experiencia dolorosa que afectó su salud mental, cuando perdieron a su hijo menor de 18 años en un accidente la noche de Acción de Gracias del 2016.
Monseñor John Talesfore, párroco de la iglesia San Mateo escribió en un artículo que publicó con motivo del Mes de Concientización de la Salud Mental en mayo: “Mucho antes de esta pandemia, los miembros de la comunidad sufrían aislamiento debido al estigma, muertes por adicción y suicidios a tasas nunca antes vistas, afectando a todas las generaciones y a todos los grupos étnicos y socioeconómicos con diferentes niveles de gravedad”.
Él agregó que “la Conferencia de Obispos de California publicó "Hope and Healing" hace dos años, (Este documento es) un llamado a todos los católicos y personas de buena voluntad a abogar por el apoyo a la salud mental en todos los lugares donde las personas presentan necesidades”.
Mencionó en su escrito que “según un informe reciente de la Revista de la Asociación Médica Estadounidense, (JAMA por sus siglas en inglés), se espera que haya un desbordamiento de enfermedades mentales que inevitablemente emergerán de esta pandemia y que las estructuras no están en su lugar para responder”.
Ese desbordamiento ya ha comenzado, las enfermedades mentales se ha intensificado en los últimos meses por el distanciamiento social, el desempleo, temor al contagio y exceso de información negativa en los medios de comunicación y en general en las redes sociales, por estas razones la arquidiócesis está impulsando el programa informático de ayuda espiritual Sister Hope para ofrecer esta opción de ayuda que responde inmediatamente a los usuarios.
Una encuesta de AlcoholRehab.com a 2.445 hombres estadounidenses muestra el impacto del distanciamiento social en ellos. Uno de cada 10 de los entrevistados dijo haber experimentado sentimientos de depresión y ansiedad a diario, pero menos de la mitad, un 41% ha buscado ayuda de salud mental. Solo en California, más de la mitad de los encuestados, un 53% reveló que se han sentido deprimidos por las limitaciones de contacto con los amigos.
Zulma Téllez, directora espiritual certificada por el Centro de la Misericordia de Burlingame, coordinadora del grupo de oración de la iglesia San Bonifacio en el barrio Tenderloin en San Francisco, lleva dos años ofreciendo ayuda espiritual a los miembros de la comunidad.
Uno de los mayores problemas que experimentan las personas que han hablado con Téllez es el intento de suicidio.
“Una persona que atendí recientemente, es un veterano con traumas post guerra, muy deprimido, con pensamientos de que Dios no lo va perdonar por haber intentado quitarse la vida”, narró Téllez.
Ella explicó que estos casos los refiere a un especialista de salud mental y luego continúan la ayuda espiritual.
Téllez, quien estará recibiendo un curso sobre exorcismo y liberación en el Vaticano el próximo verano, comentó que en el Tenderloin, los jóvenes y jóvenes adultos son los dos grupos más afectados. “Y esta época de las fiestas de fin de año es cuando más sufren estas personas”, dijo.
“Pienso que este grupo de jóvenes y jóvenes adultos es más abierto a la tecnología y Sister Hope, el programa de ayuda espiritual que ofrece la Arquidiócesis de San Francisco, a través de mensajes de texto les puede ayudar mucho. Sin embargo los papás y otros adultos también necesitan ayuda porque muchos de los casos de violencia y drogas se va pasando de los adultos a los niños y a los jóvenes”, dijo.