El padre Moisés Agudo prepara el Santísimo Sacramento
para la exposición el domingo 22 de m El padre Moisés
Agudo prepara el Santísimo Sacramento para la exposición el
domingo 22 de marzo en la iglesia San Pedro en San Francisco. (Foto tomada de la transmisión).
23 de marzo del 2020
Lorena Rojas
Durante la homilía de la misa privada, transmitida por Facebook desde las parroquias de La Misión en San
Francisco https://www.facebook.com/search/top/?q=%40missionparishes, el padre Moisés Agudo, párroco
de las tres iglesias San Antonio de Padua, San Pedro y San Carlos y vicario para los hispanos de la
Arquidiócesis de San Francisco, pidió a los fieles ser responsables siguiendo las directrices del arzobispo y
de los seis condados de “quédese en casa”.
Para quienes siguen las misas transmitidas en vivo, les recordó que en este momento particular la
comunión espiritual les vale lo mismo que si hubieran comulgado físicamente, dijo el padre Agudo.
Pero ¿Qué significa comulgar de forma espiritual?
Es un acto de unión a Dios a través de una oración en la cual el creyente manifiesta el deseo profundo de
recibir la Eucaristía.
La comunión espiritual es una práctica antigua, detalló el arzobispo Salvatore J. Cordileone en un
comunicado dirigido a los fieles de su arquidiócesis el 17 de marzo.
“Según una antigua práctica, los fieles que estén debidamente dispuestos a recibir la comunión
sacramental, pero que no puedan hacerlo, pueden hacer un acto de “comunión espiritual”. Ejemplos de
ello son una madre que debe quedarse en casa para atender a un niño enfermo, una misa en la que las
especies eucarísticas se han agotado antes de que todos hayan comulgado, y viajar a donde no haya una
misa dominical disponible, detalló el arzobispo Cordileone.
El padre Agudo, durante la homilía de la misa del 19 de marzo, día de la festividad de San José, pidió a los
fieles ser responsables como lo fue san José en su paternidad y seguir las directrices.
“El arzobispo con un corazón de padre lo está haciendo para ayudar a todos… para que cuando el virus
(COVID-19) aparezca en lo máximo, se contagien la menor cantidad de personas y no colapsen los
hospitales, por eso el arzobispo ha pedido celebrar las misas en privado”, dijo el padre Agudo.
El vicario para los hispanos insistió en que la gente no salga de sus casas para “no cometer los errores de
otros países”, dijo.
Aunque recomendó la comunión espiritual por el bien de todos al quedarse en casa. Sin embargo para
quienes “es muy necesario recibir la eucaristía, el diácono o yo estaremos en la puerta para darles la
comunión”, dijo.
Berta Mondoy es una parroquiana de la iglesia San Pedro, una de las “Parroquias de la Misión”, en San
Francisco. Ella, su esposo Luis Morales y sus tres hijas van a misa todas las mañanas después de alimentar
a varias decenas de personas desamparadas que llegan a desayunar a la iglesia San Antonio.
Para ella saber que no puede ir a misa presencialmente es muy difícil. “Este domingo 22 de marzo es el
primer domingo en mucho, mucho tiempo que no vamos a poder ir…somos personas de fe que creemos
en la Eucaristía: cuerpo, alma y divinidad y no recibirlo es muy difícil porque en la Eucaristía encontramos la
fortaleza para caminar día a día”, dijo al San Francisco Católico.
“Hay momentos que he llorado” debido a toda la crisis mundial por el COVID-19, dijo Mondoy. El miedo no
es tanto a morir pero a lo que pueda ocurrir más. “A mí me da miedo el dolor ajeno, me da miedo a
enfermarme y no tener en ese momento ni siquiera quien rece por mí, por eso necesitamos los
sacramentos”, dijo Mondoy.
“Tenemos que pedirle una gracias especial al Señor para seguir adelante. En este momento lo único que
nos queda es la oración que es la forma en que nos acercamos a Dios y nos alejamos del mundo”, dijo
Berta Mondoy.
Debido a esta situación mundial con el coronavirus, ahora desde que abro los ojos cada mañana mi
oración es profunda. Antes daba gracias a Dios de forma rutinaria, ahora no, dice ella. “Desde la casa veo
las misas, rezo el rosario varias veces al día, y el viacrucis en línea, pero no poderse congregarse con esa
comunidad de fe, eso golpea. Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”, comparte ella.
“Tengo confianza en el Dios que esto nos va traer un cambio. Íbamos muy acelerados, en picada, alejados
de Dios. Esto le da un nuevo giro a nuestra vida”, comenta Berta Mondoy.
Otra parroquiana de la Arquidiócesis de San Francisco Rita Benítez, ministra extraordinaria de la Eucaristía
de Nuestra Señora de Loreto, en Novato se muestra triste por no recibir la comunión física pero, ella recibe
la comunión espiritual mientras ve la misa transmitida en vivo por Facebook, con el párroco de su iglesia el
padre Brian Costello.
“Hay una oración para hacer la comunión espiritual, es un librito que yo siempre llevo conmigo en el bolso”,
dijo Benítez.
Benítez comparte que cuando se enteró de que no había misa en grupo con la comunidad de fe, “yo me
dije: ‘por qué van a quitarla, por qué van a cerrar la parroquia, es Jesús mismo que nos va a dar la
comunión, no nos va a pasar nada’, pero he visto y me ayudó mucho oír de un sacerdote que la comunión
espiritual es una práctica antigua, dijo. Ella.
Compartió con el San Francisco Católico que el domingo 22 de marzo es el primer domingo que no iba a ir
misa al templo, pero junto a toda su familia iba a ver la transmisión en vivo en español con padre Tony
Vallecillo desde Nuestra Señora de Loreto.
“No estamos en pecado porque no es que yo no quiera recibir, ni que el sacerdote no me quiera dar la
comunión, sino que él está obedeciendo. Por ahora solo queda orar, pedirle a Dios que pase todo esto y
refugiarnos en el Sagrado Corazón”, animó Benítez.