Jorge Guzmán, trabajador del vivero Westland Nursery en Pescadero se ve junto a los cultivos de flores cubiertos por la maleza, el 26 de septiembre. El tiempo que el vivero estuvo cerrado por la cuarentena se perdieron las plantaciones de flores.
(Foto Zac Wittmer/San Francisco Católico).
7 de octubre del 2020
LORENA ROJAS
SAN FRANCISCO CATÓLICO
El prolongado cierre de las iglesias, la cancelación de bodas, quinceañeras y primeras comuniones debido al COVID-19, tiene algunos viveros en Pescadero a punto de cerrar, la medida afecta también a otros negocios en San Francisco relacionados con las flores.
El vivero Westland Nursery en Pescadero tenía unos 70 empleados el año pasado, el negocio comenzó a caer lentamente antes de la pandemia por la competencia con las flores importadas, pero después de la cuarentena de dos meses y medio la caída lo ha dejado al borde del cierre.
Cuando reabrieron en mayo solamente pudo contratar a diez de sus empleados y por menos horas al día.
Los invernaderos se ven desolados, no hay ni una planta y mucho menos flores, afuera los campos están cubiertos por la maleza.
En una de las fincas hay una pequeña parcela de Amor en la Niebla (Nigella) y en otra de las fincas de la compañía hay una parcela pequeña de lirios. Estas dos pequeñas plantaciones fueron cultivadas en mayo al regreso de la cuarentena.
Como si fuera poco el daño que ocasionó el cierre por la cuarentena, las nuevas plantaciones estuvieron a punto de perderse con los incendios de agosto cerca de la costa.
Los trabajadores de Westland Nursery de la misma manera que muchos de los habitantes de Pescadero, La Honda y San Gregorio fueron evacuados por la proximidad de las llamas y la contaminación por el humo.
Durante la evacuación, a los empleados del vivero les permitieron trabajar unas horas para que no se perdiera la poca producción que significa el sustento de cuatro familias.
Jorge Guzmán, trabajador de Westland Nursey y catequista de la Misión San Antonio en Pescadero, quien ha trabajado por 43 años para este vivero, donde también trabaja su esposa Isabel Guzmán, dijo al San Francisco Católico que no sabe si el dueño va a poder continuar con el negocio.
Lo poco que han plantado después de la cuarentena casi no se vende porque el mercado de las flores en San Francisco no les está comprando como antes, dijo.
Guzmán afirma que el cierre de las iglesias es una de las razones por la cual no se están vendiendo las flores.
Los meses que el vivero estuvo cerrado es una de las épocas del año cuando se venden más flores para bodas, quinceañeras y primeras comuniones. Las iglesias son clientes que compran muchas flores, dijo.
Lucy Michel, la florista que diseña los arreglos florales que lucen en la Catedral Santa María de la Asunción en San Francisco, está de acuerdo que las iglesias y los eventos católicos requieren muchas flores.
Durante la cuarentena el negocio de Lucy estuvo completamente parado. Ella tenía contratos para hacer las decoraciones florales de seis bodas durante la primavera y el verano del 2020 y todos se cancelaron, los clientes decidieron pasar las bodas para el año entrante.
Todos los años para la Pascua, Michel confecciona los arreglos que se ven al pie del ambón y al frente del altar y en los salones de la catedral. También, los arreglos de la iglesia San Carlos Borromeo y otras. Pero este año no hubo estas celebraciones.
El negocio de Michel ha comenzado a operar de nuevo en los últimos dos meses, pero a paso lento.
Los funerales son los eventos en las iglesias que están comprando los arreglos florales, aunque no tanto como antes de la pandemia por las limitaciones en los servicios fúnebres.
Muchas de las flores que usa Michel para las decoraciones vienen de las fincas en Half Moon Bay y de Pescadero al mercado de las flores en San Francisco, donde la mayoría de los trabajadores son hispanos, como es el caso de Susano Ledezma.
Ledezma, desde que vino de Guadalajara, México hace 25 años ha trabajado en el mercado de flores en San Francisco.
Los últimos 16 años trabajó en una de las floristerías más grandes ahí. Cuando se dio la orden de la cuarentena, Ledezma y sus compañeros perdieron sus trabajos.
El mercado de las flores en San Francisco ya abrió y algunos de los compañeros de trabajo de Ledezma fueron recontratados, pero él todavía no. Él piensa que por su edad de 65 años y la falta de conocimiento en el manejo de las computadoras quizá no lo contraten otra vez.
Desde mediados de marzo cuando perdió el trabajo, él y su esposa Catalina Rocha no tienen seguro médico, y el seguro de desempleo se lo redujeron a un 50% a partir de la segunda quincena de septiembre. Está preocupado, no sabe cómo va a pagar la renta de $1.800 por su apartamento en Sur San Francisco.
“Yo todavía puedo trabajar. Estoy esperando encontrar un trabajito, porque uno aquí encerrado se siente peor”, dijo. Él y su esposa están padeciendo mucho estrés y depresión desde que perdió su trabajo.
Cuando Ledezma trabajó en el mercado de las flores atendía a clientes de muchas iglesias. “Eran buenos clientes. Compraban muchas flores en mayo para las primeras comuniones y en junio para las bodas y las quinceañeras. Había mucho negocio”, dijo.
Ledezma añora volver al trabajo de las flores “Yo tengo mucha experiencia en este campo”, agregó.
Rita Mancera, es la directora ejecutiva adjunta de la organización sin fines de lucro Puente que ayuda a las comunidades de Pescadero, La Honda, Loma Mar y San Gregorio, dijo que las fincas que se han visto más afectadas son las que se dedican exclusivamente a la producción de flores. Las fincas que cultivan verduras y flores se mantuvieron produciendo durante la cuarentena.
Lo que más ha afectado a toda la actividad agrícola, de una u otra manera, fueron los incendios de agosto, dijo Mancera.
Muchos trabajadores estuvieron trabajando en los campos a pesar de la contaminación del aire, y la mayoría de las familias fueron evacuadas por varias semanas, dijo.
Puente ha destinado recursos para cubrir temporalmente los salarios de los trabajadores del campo que no han podido trabajar debido a los incendios y que no tienen un seguro de desempleo, dijo Mancera.